Pep Guardiola es uno de los entrenadores que mejor sabe manejar el talento de su cantera, pocas veces comete errores, pero en el pasado reciente cometió uno que lo ha marcado.
Guardiola sorprendió a todo Manchester City al tomar la decisión de prescindir por completo de Cole Palmer, una de las estrellas que mejor rendimiento está mostrando en el fútbol actual.
“Un jugador excepcional. No le di los minutos que se merece y que ahora tiene en el Chelsea. Un potencial increíble. Llevaba dos temporadas hablándome para irse del club. Le pedí que se quedara. Él quería irse como sea. ¿Qué podemos hacer con eso? ¿Qué puedo decir?”.
“Llevaba dos temporadas diciéndome que quería irse, que quería marcharse y yo le decía que debía quedarse. Me respondía que se quería ir igual. “Yo me quiero ir, no quiero quedarme”, me decía. No puedo hacer nada con eso”, sentenció Guardiola.
Palmer respondió y dejó su versión: “Mi intención nunca fue irme del Manchester City. Quería salir cedido un año, volver y estar listo para el primer equipo. Ellos me explicaron que no podía ir cedido; quedarme o salir traspasado. El Chelsea me llamó, dije que quería ir y estoy muy feliz de estar aquí. Me alegro de haber tomado esa decisión”.
Ahora, y tras una temporada goleadora y asistidora con Chelsea, Palmer fichó hasta el 2033, momento en el que tendrá 31 años.
El cfcNewsReport informa que el Manchester City confirma su interés en Cole Palmer para sustituir a Kevin De Bruyne que se iría del equipo a final de temporada.
El club está dispuesto a pagar hasta £130M por el traspaso del jugador, sería el fichaje más caro de la historia del City, hasta ahora lo es Jack Grealish.
Para Chelsea, retener a Palmer se convirtió en un objetivo prioritario y pudo hacerlo dándole un contrato galáctico, con una cláusula de salida que rondaría los 400 millones de euros.