Ver: Dinamarca y Schmeichel se quedan fuera ante una Croacia tímida
Tapó un penal en los tiempos extras a Luka Modric en los octavos de final ante Croacia y, en la tanda de penales puso a temblar a los croatas tapando dos. ¿Pero quién es?
Es cacido en Copenhague el 5 de noviembre de 1986, a los cinco años se mudó a Manchester cuando su padre, el histórico Peter Schmeichel firmó por los Red Devils. Se crió en Inglaterra y en 2002, los dos hijos Peter se incorporaron al Manchester City.
Peter se retiraría en el eterno rival del United un año más tarde, en 2003, y Kasper comenzaría en 2004 un periplo de cesiones que le llevarían a clubes como Darlington, Bury, Falkirk (Escocia), Cardiff (Gales) y Coventry City.
Su ascenso daría comienzo en la temporada 2009-2010 con su incorporación al Notts Country. Allí ganó la Football Two League y eso le permitió firmar por un histórico, aunque en horas bajas, Leeds United, del cual pasaría a su actual club, el Leicester City, en 2011.
A sus 31 años Kasper Schmeichel goza de su mayor periodo de estabilidad en un club. Con los 'foxes' se coronó campeón de la Premier League del 2016 y es un gran logro para un portero que ha tenido que trabajar muy duro para soportar la siempre pesada carga que supone la etiqueta de 'hijo de'.
EL BARCELONA LO QUISO
Sus grandes actuaciones con el sorprendente Leicester City y el reclamo del inevitable desenlace liguero de ese momento provocaron que su nombre apareciera con mayor frecuencia como opción de mercado de varios grandes de Europa.
Ante los rumores de que Ter Stegen se marchara al City de Pep Guardiola, habían provocado que el Barcelona se fijara en él como su sustituto.

EL RECHAZO A SU PADRE
Cinco campeonatos de la Premier League, tres títulos de la FA Cup y, por encima de todo, la ansiada segunda Champions League en la historia del club formaron parte del gran legado deportivo de Peter Schmeichel en el United (1991-1999).
Su leyenda, sin embargo, fue salpicada años después cuando, tras militar en el Sporting de Lisboa y el Aston Villa, se enfundó los guantes del Manchester City en 2002 para defender los colores del citizens, eterno rival de los ‘red devils’.
Una decisión que aseguró el futuro deportivo de su hijo Kasper pero que despertó antipatías en la afición del United y le generó algunas enemistades entre sus excompañeros. La más sonada, la del capitán Gary Neville, que incluso llegó a evitar su saludo en un derbi.