Todo comenzó con el profesor Reinaldo Rueda quien tomó el cargo en 2007 y con él vinieron los éxitos porque se rompió la “maldición” que tenía Honduras, pues habían pasado 28 años de no asistir a los mundiales tras clasificar de forma dramática a Sudáfrica 2010.
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Junto a Rueda, los ayudantes, Alexis Mendoza, Carlos Eduardo Velasco y Pedro Zape que ahora se encuentran dirigiendo a Chile, hicieron una transformación y una forma diferente de trabajar terminando los caudillos que gobernaban en la Bicolor y pusieron orden.
Cuatro años más tarde, la Comisión de Selecciones de Fenafuth, decidió continuar la escuela colombiana y llegó el momento de nombrar a Juan Carlos Osorio, entrenador que fue oficializado en conferencia de prensa por el señor Rafael Ferrari (Q.D.D.G.), pero al final cayó la negociación por tener contrato vigente con el Once Caldas.
Lejos de buscar otro camino, se pensó en Luis Fernando Suárez y en enero del 2011 fue nombrado como el nuevo estratega haciendo un gran trabajo.
Luis Fernando revolucionó a Honduras, la hizo destacar a nivel Sub-23 en los Juegos Olímpicos de Londres y al año siguiente, tras formar una nueva selección, logró ganar de visita en México por primera vez y se clasificó sin problemas a Brasil 2014.
Tras la no continuidad de Luis Fernando Suárez, en diciembre de 2014, la Comisión de Selecciones se reunió en Miami con Jorge Luis Pinto, colombiano que venía de ser el quinto lugar en el Mundial de Brasil al mando de Costa Rica.
Don Jorge Luis vivió en medio de la tormenta en el país tras comenzar los choques con la prensa deportiva y los jugadores que al final pasó factura.
Honduras no fue al Mundial de Rusia por diferentes problemas desde los arbitrales, peleas internas entre jugadores y DT, además de decisiones de Pinto al confiar en jugadores que le fallaron, se cortó el buen suceso de los colombianos y este 14 de febrero de 2019 se terminó el enamoramiento con los colombianos y comienza la era de los uruguayos con la llegada de Fabián Coito y Miguel Falero.
