A sus 21 años Christian Martínez tiene mucho que contar en su vida privada como en el fútbol. El delantero del Real España de Honduras nos confió cómo le ha cambiado la vida después del nacimiento de su hijo Christian Ibrahim, de apenas cuatro meses.
También recordó cómo llegó el fútbol a su vida y todo lo que ha ganado gracias al balón. Estuvo en dos mundiales: Sub-17 y Sub-23 y además tuvo un efímero paso por Uruguay e Italia.
¿Por ser de La Ceiba, me imagino que sos muy playero?
Sí, de mi casa sólo cruzás la calle y estás en la playa.
Qué envidia… pero de la buena. Quisiera vivir en la playa.
Y yo que me aburro a veces.
¿Qué hacías de niño?
Me levantaba y corría en la playa para divertirme y relajarme. Sentir la brisa y mirar el mar. Era muy bonito.
¡Viva el Carnaval de La Ceiba!
Es lo máximo. Ir a los carnavalitos, ver las carrozas, ir a la disco, en fin, es un ambiente que sólo ahí se vive.
¿Tres razones para ir a La Ceiba?
La gente es bien cariñosa y muy amable. Además, es como bien dicen “La Novia de Honduras”, con muchos lugares turísticos para visitar. Es un destino al que todos deben ir.
¿Recordás tu primer beso?
Estaba en la escuela, pero estaba pequeño.
¿Sos romántico?
No me considero, puedo estar enamorado de una mujer, pero no me gusta ser tan expresivo, de una u otra forma lo demuestro. Sí soy bien atento y siempre estoy muy pendiente, pero expresivo no soy.
¿Te considerás mala persona?
No, siempre trato de ayudar más cuando puedo, de la manera que sea.
¿Y tu mamá y papá?
Ella en La Ceiba y mi papá en Estados Unidos.
¿Hace cuánto se fue?
Tiene mi edad, 21 años de estar allá.
La historia de muchos hondureños que buscan el sueño americano, ¿qué fue lo más difícil de tener lejos a tu papá?
Lo más duro fue la infancia, tuve siempre el anhelo de conocerlo personalmente, a mi papá lo vine a conocer hasta los 7 años. Pero bueno, mi madre ha sido todo para nosotros.
¿Cuántos hermanos son?
Somos cuatro: tres varones y una niña.
¿Tu relación con tus hermanos cómo es?
Excelente, siempre hemos sido muy unidos todos.
¿Por qué se llevan tan bien?
Creo que el hecho de que mi padre no estuvo con nosotros en los momentos que más lo necesitamos, eso influyó mucho a ser unidos, más la buena relación con mi madre, ella ha sido una madre muy estricta, es maestra. Nunca hemos tenido problemas de peleas, siempre nos contamos los problemas y sobre todo nos apoyamos en todo.
¿Contame de tu mamá?
Es una madre estricta.
¿Tenés sobrinos?
No… Bueno, sí.
¿Explicame?
Mi mamá crió a dos primos míos, fueron como los primeros hijos de mis papás, ellos son mayores y ellos sí tienen hijos. Entonces son mis sobrinos.
Todos queremos casarnos en algún momento, ¿cómo quisieras que fuera la mujer que Dios te mande para compartir?
Siempre he soñado con una mujer humilde, sencilla, trabajadora, con buenos principios. Y espero que Dios me elija la mejor mujer para mí, pero… todavía la estoy buscando, ja, ja, ja.
Muchos continuamos en la lucha, ja, ja, ja... ¿Te darás por vencido?
No, claro que no. Le pido a Dios que me envíe la mujer correcta e ideal para mí y confío mucho en él.
¿A qué edad quisieras casarte?
Quizás arriba de los 25. Podría ser una buena edad.
¿Qué tal te va como papá?
Bueno, he sido un padre muy responsable. Siempre que puedo estar con él lo busco. Estando con mi hijo se me olvidan todos los problemas, un niño te cambia la vida.
Yo no soy madre todavía, contame más de ese sentimiento como padre…
Por ejemplo, antes hacía muchas cosas que ahora no las hago. Antes salía, ahora me dedico a estar pendiente de él. Uno se hace más responsable al ser padre, aprende a madurar. Se llama Christian Ibrahim y tiene cuatro meses.
¿Qué te pasó por la mente cuando supiste que ibas a ser papá?
Cambia todo, cuando me lo dijeron sentí de todo por mi edad, estoy pequeño. Pero cuando ya lo vi, es impresionante, son cosas que no podés describir.
¿Querés ser mejor en tu trabajo por él?
Sí, es una inspiración. Siempre que ingreso ahora recuerdo que estoy ahí por mí, pero por él, para darle una mejor vida, darle alegrías y bueno, creo que cualquier jugador que es padre me entiende que su mayor inspiración son sus hijos.
¿Con quién vivís en San Pedro Sula?
Al inicio viví unas semanas con Alfredo Mejía. Luego con Kevin Hernández nos fuimos a una casa los dos, pero ahora vivo con una prima y mi sobrino.
¿Qué comés?
Nadie me cocina, yo medio cocino para no morirme de hambre, si no ya en definitiva compro afuera.
¿Y los quehaceres de la casa?
Lavo, barro, trapeo, limpio. Lo que pasa es que desde pequeños mi mamá nos asignaba los trabajos de la casa a cada uno, entonces aprendí muy bien. Lo que sí detestaba era lavar el baño.
Qué buena tu mamá. Qué suerte de sus esposas porque no tendrán problemas…
Ja, ja, ja, la verdad que sí.
¿Tenés tatuajes?
Sí, ando uno con el nombre de mi hermano, otro con el de mi mamá y las iniciales de mis hermanos y papá en otro. Son tres. Y bueno, ahora el nuevo de mi hijo.
Gracias por dejarnos compartir ese momento…
A ustedes por interesarse.
Seguro te harás más…
Quisiera hacerme un Cristo con un rosario en las manos. Lo estoy pensado, ya veremos más adelante. Además, tengo que repasarme los que ya tengo, eso lo haré más adelante. Pero sabes, a mi mamá no le gustan los tatuajes.
¿Por qué?
Pero cuando le dije que me pondría su nombre, sólo me dijo “bueno”.
¿Cómo surge tu amor por el fútbol?
Desde que estaba en la escuela siempre jugaba con los mayores. Después en el colegio también. Estuve becado por el fútbol, en fin, desde chiquito traía esa pasión. Además, me gustaba jugar en la playa.
¿En qué momento decidís a lo que te querés dedicar el resto de tu vida?
Desde siempre y muy pequeño quería vivir de eso. Le decía a mi madre que quería jugar y que así la iba a ayudar.
¿Contame del despegue?
Estuve en una Sub-17 que para mí fue lo máximo, mis primeros pasos. Antes de eso estuve en Talento Fútbol Club en La Ceiba. Lastimosamente desapareció el equipo y después fui a Victoria unos meses.
¿Y cómo vas al Cagliari?
Mirá, fue por el buen Mundial que hice con la Sub-17, me salieron muchas propuestas. Estuve también en Uruguay tres meses y cuando llego a hacer la pretemporada me dicen que debo salir para Italia, ahí estuve alrededor de cuatro meses y medio. Para mí fue una experiencia muy linda, la gente piensa que no hice nada, pero para mí fue una gran experiencia.
Así es la gente. Independientemente del resultado, para vos fue un triunfo por el aprendizaje. ¿Qué es lo más bello que recordás de esa experiencia?
Uno de joven siempre aspira a estar en Europa y llegar a tan corta edad fue algo impresionante. Algo que sólo soñaba y se lo pedía mucho a Dios. Fue como una misión cumplida para mí, lastimosamente se dan cosas que uno no puede cambiar, pero fue algo maravilloso que de poderlo volver a vivir espero que sea muy pronto.
¿Qué pasó?
No fue nada en el aspecto futbolístico, fueron situaciones de no llegar a acuerdos con el club. Yo ya tenía el visto bueno para seguir con el equipo. Pero querían que pasara las vacaciones allí y luego comenzar la pretemporada, pero estaba desesperado, apenas tenía 17 años y sólo quería venir a ver a mi familia, pues ya tenía mucho tiempo de estar fuera. Me vine para Honduras y pensé que regresaría, pero no fue así.
Qué mal, ¿y entonces?
Me fui a Portugal. Fue algo que no me gustó porque ya me había adaptado al equipo, ya tenía compañeros, se me hacía fácil el idioma. Yo ni quería ir a Portugal, al final lo hice, pero no me fue muy bien como yo quería, no me gustó y nunca me adapté. El equipo quería que me quedara una semana más, pero yo no aguantaba, la depresión me estaba matando.
¿Depresión?
Sí, estaba desesperado, ya no quería seguir allá. Estuve con David y me ayudó bastante con todo su apoyo. Fue algo bien bonito poderlo conocer, pues sólo por televisión lo miraba.
El “hubiera” no existe, ya ni modo. ¿Pero te arrepentís de tus decisiones de haber regresado a Honduras en algún momento?
Sí. Pero uno no sabe lo que va a pasar, de ser así me hubiera quedado. Pero yo soy muy hogareño y muy apegado a mi mamá, además en ese tiempo estaba más pequeño y quería estar con mi familia.
¿No había mujeres ni amores de por medio?
No. Todavía no influyen en mi carrera, sólo mi madre y mi familia.
¿Y con la comida cómo te fue en Italia?
Al inicio no me gustaba mucho. Allá se come muy diferente, no condimentan mucho las carnes por cuestiones de salud. La carne la hacen a puro aceite de oliva.
¿Y vos extrañabas los condimentos entonces?
Ja, ja, ja. Al final uno se adapta, pero sí es muy diferente.
Buen taco de ojo te echabas con las mujeres italianas que son muy lindas, ¿verdad?
Sí. Te voy a contar de una amiga mía italiana, ella habla español porque aprendió con unos cubanos. Me llevó a una disco. Yo conversaba con David Suazo y me dijo: “Tené cuidado ahí, que a los negritos los alucinan bastante”.
Ya otros legionarios nos habían comentado del pegue con las italianas por el color de piel.
Me cambié y fui a una disco lujosa completamente. La gente de saco y corbata, bien arreglados y yo andaba con mis jeans y una sudadera. Al rato todas las mujeres querían bailar conmigo. Ellas hablaban y yo ni les entendía. Fue divertido.
Sólo por ser de color te fue bien.
No sólo por eso, yo también tengo lo mío.
¿Sólo se les acercan y listo?
Sí, me tocaban la cara y decían qué bonito. Después me gustó e iba muy seguido, pero después ya no lo hice.
¿Cómo fue tu llegada a la Máquina?
¿Qué te puedo decir? Llegó la propuesta del equipo y estaba el profe Maradiaga y ya habíamos hablado. Llegamos a un acuerdo, tenía muchos amigos ahí y ahora estoy cómodo.
¿Por qué cómodo?
Por mis compañeros, tenemos excelente relación con ellos.
Te lo creo…
Mirá, tengo buena relación con todos. Siempre hay unos más que otros, pero siempre bien.
¿Les afecta las diferencias de edades?
No, siempre con respeto. A la hora de bromear es por igual, pero siempre y cuando sean bromas sanas. Hemos sabido estar bien en el equipo y manejarnos.
¿Cómo es tu relación con el profe Zanabria?
Muy buena, le debo mucho a él. Es muy buena persona, cree mucho en nosotros y nos trata como hijos.
¿Cómo ves al equipo?
Creo que está para dar más, lo que hemos logrado ha sido bueno, pero nosotros tenemos más potencial. Vamos por buen camino, hemos sabido asimilar los dos torneos, ahí estamos todavía en la Concachampions y dependiendo de resultados podemos clasificar. Seguimos invictos en el torneo local, así que vamos bien.
SU PERFIL:
Nombre: Christian Samir Martínez
Edad: 21 años
Fecha de nacimiento: 8 de septiembre de 1990
Ciudad de nacimiento: La Ceiba
Altura: 1.81
Peso: 75 kilos
Número: 10
Comida: Mariscos
Película: 300
Actriz: JLO
Actor: Will Smith
Música: Reggae
LO DIJO:
'En Italia me pasó que estaban hablando de mí en un almuerzo y yo ni cuenta me daba, sólo miraba sus caras sin entender”.
'En San Pedro Sula son bárbaros para robar, ya he sido víctima de la delincuencia”.
'Yo amo a mi ciudad y no la cambio por otra”.
