‘Ring, ring, ring...’ Suena la alarma, ya es martes por la mañana y el reloj marca las 5:45 am, hora de levantarse para el futbolista hondureño Danilo Tobías, quien debe estar presente en el entrenamiento del Victoria para cumplir con su deber y por la noche en su faceta como estudiante.
“La carrera del jugador es corta”, reflexiona a sus 30 años, es por ello que decidió abrirse paso en su carrera universitaria como estudiante de derecho, una etapa que ha llevado a la par del fútbol en los últimos años. Hoy, únicamente le restan dos clases para terminar este pasaje en una institución de La Ceiba e iniciar un nuevo ciclo en su vida una vez le ponga fin a su carrera.
Su objetivo es convertirse en un abogado “leal” que “respeta las leyes” y a “apoya al prójimo”.
Lo cierto es que de pequeño no tenía como objetivo ser futbolista, sino seguir las tradiciones de cultivo y ganadería como legado de sus padres Margarita Chávez y Danilo Tobías, quienes le exigían mucho en pro de los estudios en el Bajo Aguán, (Tocoa, Colón).
Es por ello que durante su destacada carrera con etapas sobresalientes en la Real Sociedad, Real España y Olimpia, ha invertido en tierras parte de sus ganancias del fútbol para emprender en el mundo del procesamiento industrial de aceites y grasas a través del fruto de la palma africana, aprovechando que Honduras es el tercer productor y exportador en América Latina y el octavo en el Mundo, según un reporte de América Economía.
Con mucho por contar, hoy lo tenemos en entrevista para DIEZ.
¿Cómo vives tus días de estudiante y futbolista?
Antes que todo quiero recalcar que vengo de una familia donde mi madre es maestra de educación primera, al igual que mis tíos, primos y hermanas. La educación es algo primordial en nuestra familia.
Yo me gradué del bachillerato a mis 16 años, de lo contrario no hubiese jugado fútbol, me ha costado obtener mi título universitario, todavía no lo tengo, pero ya estoy cerca. Trato de llevarlo siempre de la mano sabiendo que estudiar es fundamental, ya lo han dicho entrenadores de élite -un título te hace entender mejor el fútbol-.
En Honduras es complicado que un futbolista sea disciplinado y estudie, ¿cuál ha sido la clave en tu caso?
Hay que tener mucha perseverancia, paciencia y constancia. Debemos tener un plan a futuro porque la carrera es corta, a los 35 años ya nos dicen viejos. Una de mis motivaciones es poder decirles a mis hijos (todavía no tiene) que tengo un título universitario.
¿En qué momento vas a clases?
Hay que saber acomodar todo. He tenido la oportunidad de tener buenos abogados que han sabido darme el espacio cuando no puedo estar presente en clases. Uno tiene que acomodar los tiempos para llevar las dos cosas.
¿Qué tipo de abogado quieres ser?
En esta carrera uno tiene que ser leal, las leyes están para seguirlas y ayudar al prójimo. En nuestro país hay muchas personas que necesitan un abogado y parece que ese es mi destino. Quiero ejercer mi carrera de la forma más leal.
¿Y ya tienes claro a qué rama te vas a dedicar?
Es algo difícil porque la carrera es amplia, existen muchas ramas y depende de lo que se vaya dando. En la rama del fútbol también me llama mucho la atención, habrá que ver qué depara el futuro.
Detrás de tu faceta como estudiante, también eres empresario. cuéntame sobre ello.
Yo soy del Bajo Aguán, inclusive mi bachillerato en Ciencias y Técnicas Agropecuarias. A mí me gusta el campo y mi familia siempre se ha dedicado al ganado. Ellos tienen palma africana, yo también, es algo que me encanta, son mis raíces y nunca las voy a negar. Soy egresado de la John F. Kennedy, la mejor escuela de agricultura del país. Con orgullo puedo decir que soy capachanchos.
¿Si tu destino era este, en qué momento quisiste ser futbolista?
En mi mente de niño nunca se cruzó ser un futbolista profesional. Siempre me encantó el fútbol y lo practiqué, pero en casa siempre me inculcaron la educación, el fútbol se dio cuando salí del colegio; el profesor Emilio Umanzor se encontraba probando gente para la Sub-17, me vio y todo se dio de forma espontánea. Ahora puedo decir que he tenido una carrera larga.
¿Has hecho riqueza en el fútbol, en tu paso por Real España u Olimpia?
Es una buena pregunta porque todo depende a qué le llamas riqueza. Para mí lo más importante es saber y conocer que el fútbol es como la vida. El fútbol me ha dado muchas enseñanzas de vida, las cuales agradezco; me ha dejado una gran cantidad de amigos y eso es lo que valoro más. Hablando del dinero, todos sabemos que uno no gana tan mal, lo que pasa es que hay que saber aprovecharlo e invertirlo, pero eso uno lo va aprendiendo en el camino.
Pero esto de la palma africana ya fue algo que se dio con el tiempo o desde pequeño ya te mirabas con ese proyecto...
Desde niño hemos tenido palma africana en la casa, siempre me ha gustado. Eso tiene un gran valor, gracias a Dios que se me dio la oportunidad de conseguir.
No encuentro controversia alguna en tu carrera...
Para mí eso es fundamental, para que cuando me retire y hablen de mí, digan que era una buena persona. He tratado de mantener mi vida privada como tal, además de ser lo más correcto posible, tanto dentro del campo como fuera, es algo complicado, pero lo he tratado de hacer.
Eres de la generación de los Juegos Olímpicos de Londres, pero no te llevaron a Brasil 2014 ¿Te quedaste con esa espinita?
Claro que sí, porque tengo madera para haber estado allí, pero ciertas etapas no se me dio la oportunidad.
¿En qué etapa de tu carrera piensas que pudiste ser parte de la Selección?
Creo que cuando estuve en Real Sociedad, en cierto torneo marqué ocho goles (2016). Ese fue el momento en que tuve que haber sido llamado más frecuente.
RAPIDITO
Real España: Mi primer amor
Olimpia: El más grande de Honduras
Pedro Troglio: Un gran entrenador
Mejor aliado dentro de la cancha: Danery Barralaga
El delantero más difícil que te tocó marcar: fue un colombiano que jugaba en Alianza, no recuerdo su nombre.
Algo pendiente en el fútbol: salir al extranjero.
Selección de Honduras: es un gran proyecto que espero que salga a flote.