Luego de su retiro, y tras militar de forma efímera en Platense y Cojutepeque de El Salvador, “Joche” se fue a trabajar a Estados Unidos entre 2000 y 2006. El viaje al norte le sirvió mucho porque le abrió un horizonte ligado al emprendimiento y los banquillos.
“Nos iniciamos como técnico luego de que Carlos Tábora nos diera la oportunidad, pero empecé mis cursos de entrenador cuando jugaba con Marathón. Dejé de estudiar por motivos personales y me fui a Estados Unidos a emprender una aventura”, cuenta Alvarado para comenzar a darle forma a la historia que nos revela.
El entrenador y asistetnte de Carlos Pavón, José Alvarado en su taller de carros en La Lima Cortés.
El estratega nacional, que vivirá su segunda experiencia en primera como segundo al mando tras la vivida en el Honduras Progreso de Wilmer Cruz, añade que “este es un proyecto que acabamos de comenzar, esperamos expandirnos y ampliar nuestras instalaciones”.
¿Qué se le ha dificultado más hasta el momento? El preparador dice que “en este negocio lo más complicado es hallar un buen trabajador, es lo más difícil; que ellos sean honestos y puntuales. Ellos ya conocen su oficio y nosotros solo estamos para ver que todo marche bien”, argumenta, sin dejar de lado que “este es un nuevo reto para nosotros en La Lima, para identificarnos no solo como deportistas sino con trabajo”.
Cuando no está en la cancha, Joshe pasa en su taller con los pintores quienes realizan los trabajos.
La llegada de Carlos puede hacer la diferencia en Marathón, este es un club campeón, que está urgido de ganar títulos”.
Cuando ya casi nos marchábamos del lugar en el que Alvarado pasa el tiempo restante que las extenuantes jornadas de trabajo con el onceno verdolaga le permiten, apareció un cliente, Carlos Barahona, quien comentó que “es un excelente trabajo el que hace, la gente que tiene posee mucha capacidad y el trato que dan es bastante bueno”.
Si lo que expone su clientela es cierto, no cabe duda que el exmediocampista limeño aportará al engranaje táctico de Pavón esa cuota de sacrificio y compromiso que requiere, y que tan bien sabía desplegar en su etapa de futbolista.
Lo dijo José Alvarado:
'Ya tengo clientes como Bayron Méndez, Luis Lobo y Ángel Tejeda. Son amigos del fútbol que saben que estamos a la orden”.
'Él me está dando la oportunidad de seguir adelante y mostrando lo que sé hacer; todo marcha bien y como es debido”.
Rudy Sánchez, Empleado