Liga Nacional

Ricardo Andrade, el aficionado que sorprendió en el Toncontín a los jugadores de Motagua tras perder la final Concacaf

Originario de Tegucigalpa y fiel seguidor del ciclón, este aficionado les dio la bienvenida a los jugadores de Motagua pese a las críticas tras perder la final ante el Comunicaciones.

2021-12-15

Los derrotas y los fracasos en el fútbol causan frustración, pero el sentimiento es más fuerte, así lo demostró Ricardo Andrade, un aficionado del Motagua que sorprendió a los jugadores del ciclón al momento de su retorno de Guatemala pese a perder la final de la Concacaf League ante el Comunicaciones.

Con su bandera en hombros y muy orgulloso de su pasión por los colores azules, así esperaba el arribo de los integrantes del ciclón cerca de su puesto de trabajo, donde debe vender recargas y aparatos telefónicos, en el propio aeropuerto Toncontín.

A sus 50 años de edad y originario de la colonia 21 de octubre de Tegucigalpa, Andrade asegura que las experiencias sufridas hace muchos años le permite entender con mayor serenidad lo que ha pasado con su equipo.

“Mi madre es una gran motagüense de esas que llevan estadísticas, una señora de 75 años y sigue luchando por el Motagua. Yo sufrí lo 13 años sin título, ósea que esto no me afecta tanto como a los demás. Tuvimos un tiempo que éramos novenos, octavos y no teníamos una alegría de una final y en este momento se es protagonista en todos los campeonatos, se ganen o no”, comenzó contando.

Luego de 30 años de laborar en el aeropuerto, donde le ha tocado ver a los futbolistas partir y recibirlos, Ricardo asegura que siempre le tocó alentarlos. “Los alenté muchas veces, lo vi venir con copas y esa es la alegría que nos da ser motagüense”.

Ricardo Andrade se mostró muy orgullos de lucir la bandera de las águilas del Motagua.

Con el corazón herido tras perder la final de Concacaf League ante el Comunicaciones, pero con un panorama claro de lo que representa vestir los colores azules.

“Claro que duele, sino no tuviéremos ese sentimiento por este equipo no dolería, duele en lo profundo del alma, pero es algo que se tiene arraigado y no es pasar un bus o un avión, sino un equipo con el que va estar uno siempre”.

Cuando muchos gritaban o escribían “Fuera Diego”, Ricardo Andrade lucía con mucho orgullo la bandera del Motagua en el aeropuerto, donde esperaba la llegada de los jugadores para darle el aliento.

“Les dije: “ánimo y que levantaran la cabeza y al técnico igual le dije: “Yo sé lo que es sufrir sin título, yo lo sufrí 13 años antes que usted estuviera aquí, ánimo” y él me dijo: “Te agradezco, hermano”.

Andrade estuvo ahí recibiendo a los jugadores y cuerpo técnico del Motagua en el aeropuerto de Toncontín.

A diferencia de los que piden la cabeza de Diego Vázquez, este fiel aficionado considera que. “No estaría de acuerdo en este momento por la calentura de perder las finales, pero Diego nos ha dado una identidad. Yo me acuerdo que con Maradiaga era todo para adelante y descuidábamos atrás, diferente con Chito Reyes, los mexicanos (Pepe Treviño, Juan de Dios). Si no sigue Diego, pero que sigan con la forma de jugar”.

MOMENTOS QUE LO HAN MARCADO APOYANDO AL EQUIPO

El aficionado de corazón de los clubes de fútbol siempre tiene esas historias o momento que lo han marcado en sus vivencias por apoyar a los suyos y Ricardo Andrade revela las suyas.

“En una final con Marathón perdí un teléfono, contra Real Maya venía en una moto en una cuesta por Comayagua y se me quedó la motocicleta, me alcanzó el equipo y Hernaín Arzú y el Venado Castro me ayudaron a subirla al bus”.

En otra oportunidad tuvo que perderse de ir al estadio Nacional por ayudar a un amigo que se encontraba al borde de la muerte y tuvo que verlo desde casa a su amado Motagua.

“En la copa número 12 de Motagua me tocó cuidar una persona y no pude ir al estadio a verlo, fue cuando le ganamos al Olimpia. Tenía un vecino que lo desahuciaron y me dijo: “No me muero sin ver a Motagua ganar”, yo le dije que me iba a quedar con él viendo el partido, se empató el primero, el segundo lo ganó y me dijo: “Hoy si puedo morir tranquilo”. Yo me vine a trabajar un lunes y me dieron la noticia que había muerto”.

Este aficionado se gana la vida vendiendo recargas, teléfonos y accesorios en el aeropuerto Toncontín de Tegucigalpa.

Muchas veces los imprevistos y las condiciones económica no te permiten tener todos los recuerdos en casos de viajar a apoyar tu equipo lejos de casa, donde hasta le tocó dormir en la calle.

“Otra vez me tocó ir a San Pedro Sula, no se jugó el partido con Marathón y tuvimos que dormir en el parque central, pero llegó dirigente de Motagua y nos dio para desayunar, almorzar y cenar. Lo perdimos me acuerdo, pero fueron varias anécdotas”.

Con un sentimiento fiel por el Motagua y un gran recorrido apoyando al club, este aficionado ha sembrado ese sentimiento en su familia, donde su pequeña de 7 años ya pasó junto al equipo en uno de los poster del recuerdo.

“Ese sentimiento sigue más fuerte y mi hija de 7 años me dijo: “Papi, yo lo que quiero es un poster de Motagua y uno de los niños que sale ahí con el equipo es ella. Mi familia es azul”.