El general Luiz Eduardo Ramos, comandante de la primera División del Ejército, afirmó en una rueda de prensa que, en el momento que cayó la bala en las instalaciones olímpicas, la Policía estaba realizando una operación en una favela a dos kilómetros de distancia, en la que hubo tiroteos y en la que se arrestó a un sospechoso.
No obstante, dijo que se desconoce si la bala hallada cerca de los establos procede de ese tiroteo entre la Policía y una supuesta banda de narcotraficantes.
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Según el general, la Policía había avisado previamente al Ejército, cuerpo responsable de las instalaciones deportivas en el complejo deportivo de Deodoro, que se encuentra en una área militar.
La bala de fusil, de calibre 556, fue encontrada por un soldado y, según el general, es del mismo tipo que la que el pasado sábado perforó el techo de la sala de prensa de esa instalación olímpica, ubicada en el barrio de Deodoro, al parecer disparada desde una favela cercana y que tenía como blanco los dirigibles que utiliza la organización para tomar imágenes aéreas.
El general Ramos garantizó que, a pesar de estos dos incidentes, 'no hay riesgo' para los espectadores, deportistas o para los trabajadores