No Todo es Futbol

Diez cosas que debes saber del Super Bowl 47

Baltimore Ravens y San Francisco 49ers disputan este domingo un partido que paralizará Estados Unidos durante horas

2013-02-02

Aunque su impacto sea limitado en el resto del planeta, nada compite con la Super Bowl en Estados Unidos. Ni como evento deportivo ni como espectáculo.

El gran partido que corona cada año al rey del fútbol americano dobla con inmensa facilidad los números de audiencia en televisión de eventos de gran impacto mundial como la gala de los Oscar o los premios Grammy.

La Super Bowl está a otro nivel: el año pasado la cifra de personas que en algún momento conectó con el partido (159,2 millones) superó con holgura el total de votos emitidos en las elecciones presidenciales (129 millones).

Las cifras del evento marean porque el fútbol americano no conoce competidor en Estados Unidos. Es el deporte favorito allí desde hace 47 años: la NFL dobla la popularidad del béisbol y cuadriplica la de la NBA.

Tampoco existe batalla en la pequeña pantalla: 31 de los 32 programas más vistos en la televisión estadounidense desde que empezara la temporada han sido partidos de «football».

La predilección del público por la Super Bowl se refleja en datos muy variopintos. Como que la semana del partido se venden 1,5 millones de televisores o que cada año es el fin de semana -el partido siempre se disputa el primer domingo de febrero- con menos bodas. Nadie quiere perderse el partido.

Los números también son aplastantes en los estadios. Sin alcanzar el récord, este año la media de 65,075 espectadores supera con creces los 44.293 aficionados por partido de la aclamada Bundesliga y duplica la del fútbol español, que la pasada temporada dejó una media de 26.050 asistentes.

El reinado del fútbol americano acaba en la misma frontera del país, aunque la NFL trabaja desde hace años en la expansión internacional para conquistar seguidores por todo el globo: cuestión de beneficios.

El éxito es relativo: las entradas para el partido que se disputa anualmente en Inglaterra se venden como rosquillas pero la audiencia televisiva en países como España es todavía menor, de ahí que el producto se venda a precio de saldo a través de internet.