Google, una empresa con tentáculos en todo tipo de sectores innovadores más allá de sus orígenes en internet, lleva comprometida desde hace seis años con un novedoso proyecto de vehículos que se manejan solos, sin conductor humano.
De entre todos los transportes, según los expertos, el coche es de los más difíciles de robotizar, porque las infraestructuras (carreteras) por las que circula no están adaptadas a esa tecnología, y además el vehículo tiene que sortear muchas situaciones imprevistas, incluida la inesperada interrelación con otros vehículos no automatizados, los peatones o meteorología adversa.
El director de proyectos de la División Aeroespacial de Sener, Víctor Marco, ha explicado hoy a EFEfuturo que en los casos en los que se han implementado sistemas autónomos de transporte de pasajeros, como el ferroviario, en donde los convoyes sin conductor humano son ya una realidad, todo el entorno e infraestructuras han sido previamente adaptados a ello.
Actualmente el mayor reto en el transporte de pasajeros sin conductor está en su aceptación social y no sólo en la tecnología. “Cuando el ser humano practica una actividad de riesgo de su propia vida (como volar) necesita una vía de escape, una salvaguarda, una última oportunidad para salvarse”, ha dicho el directivo de Sener.
“Ahora confiamos en que si algo va mal el piloto podrá aterrizar, aunque la experiencia dice que en un accidente aéreo falla más de un elemento, es una concatenación de varios, y el desenlace es que el avión se estrella sin que el piloto pueda evitarlo”.