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'Quise despedirme, pero mi hijo ya estaba muerto'

El padre de Marco Simoncelli, piloto de MotoGP fallecido en accidente, confesó esos instantes cuando le tocó socorrer a su hijo.

2011-10-26

El padre de Marco Simoncelli, el piloto de MotoGP fallecido durante la carrera del Gran Premio de Malasia, dijo este miércoles que su hijo 'ya estaba muerto' cuando llegó la ayuda médica.

Paolo Simoncelli, en declaraciones a la prensa italiana en la localidad de Coriano, donde vive, aseguró que él estaba 'a diez metros' del lugar del accidente y que 'nada hubiese cambiado'.

Con estas palabras, Paolo Simoncelli quiso exonerar de toda responsabilidad en la muerte de su hijo a los médicos que le atendieron en la pista de Sepang, que habían sido muy criticado en las últimas horas, ya que uno de ellos se resbaló cuando transportaba al piloto en camilla, según el vídeo emitido por los medios de comunicación italianos.

'QUISE DESPEDIRME'

'Estaba allí, a diez metros, no hubiese cambiado nada. Cuando se levantaron, cuerpo médico, tomé la mano de Marco, quise despedirme, pero ya había muerto. No había nada que hacer. Esas personas hicieron lo que tenían que hacer. Otra cosa es que Marco se hubiese soltado de la moto, pero no lo hizo porque era un guerrero', comentó, según informaron los medios locales.

El padre del piloto agradeció a todas las personas que no han dejado sola a la familia en estos 'dos días pasados entre hospitales, autopsias y carros fúnebres'. Marco era, según afirmó ante los micros su visiblemente cansado padre, 'una persona especial que vivía de las cosas sencillas. La gente entendió cómo era, honesto, puro'.

La capilla ardiente del joven piloto, de 24 años, se instalará mañana en el Teatro Municipal de Coriano, en la provincia de Rimini, en la costa Adriática.

El funeral, al que se espera la asistencia de unas 60 mil personas, se celebrará el jueves a las tres de la tarde (7 am).