Los encuentro en el estacionamiento de una posta policial sampedrana. Ambos están sentados sobre la paila de un carro. Hace cinco semanas eran conocidos apenas en los círculos teatrales; hoy son dos celebridades de tomarse fotos con sus admiradores y firmarles autógrafos. Con ustedes, Óscar Izaguirre y Álvaro Morales, los actores principales de Unos pocos con valor, la película hondureña que lleva más personas a los cines que un partido de Liga Nacional a los estadios. (Dicen que las comparaciones son odiosas, pero la verdad es la verdad, ¿o no?).
Voy a ser sincero: yo no he visto la película.
Pero mirá que todavía tenés chance para ir a verla -me dice Álvaro Matute-. Estaremos un tiempito más.
¿Usted me la recomienda?
Sí, claro que sí -sigue diciendo Matute-. Es la mejor película hondureña que ha habido hasta ahorita. Cada película hondureña tiene sus méritos, pero Unos pocos con valor ha superado nuestras expectativas. A las dos semanas y media habíamos dejado atrás en taquilla a Amor y frijoles. Esperamos que las próximas películas hondureñas sean de mejor calidad que la nuestra.
¿Usted qué le dice a la gente? -le pregunto a Óscar Izaguirre
Yo le diría que es lo mejor que hemos producido en Honduras.
¿Y que tal la experiencia?
¡Increíble! Álvaro y yo ya teníamos una experiencia de varios trabajando en producciones audiovisuales y en teatro, pero esto ha sido lo mejor... Mirá que ocurrió algo curioso: yo siempre he hecho el papel de bueno y Álvaro ha sido el villano, pero esta vez fue al revés y me dieron el papel de malo, ja, ja, ja -dice Óscar Izaguirre.
Como dicen, a usted le tocó ser el malo de la película...
Ja, ja, ja, sí. Incluso Álvaro quería hacer el papel de villano, pero me lo dieron a mí. Y fijate que no fue tan fácil hacer el papel, pues yo soy una persona súper pacífica. Yo siempre le tuve fe a Unos pocos con valor, pero jamás me imaginé que nos fuera a ir tan bien.
Usted me decía al inicio, Álvaro, que la película superó las expectativas... ¿Por qué?
Nosotros teníamos fe en que la película iba a gustar, pero... Es que la gente no cabe en los cines. Nos quedaremos más tiempo en algunas salas a petición de la gente. Las tandas se agotan horas antes, hay personas que la han ido a ver cinco o seis veces, es impresionante. Conozco a alguien que ha ido once veces. Además de estar bien hecha, el mensaje de la película también ha gustado mucho. Creo que por eso ha sido un éxito.
¿Cuál es el mensaje?
Que la Policía tiene menores recursos y que los delincuentes tienen mayores recursos para delinquir. También habla de delincuentes que están infiltrados en la Policía. La película está basada en hechos reales, tomamos la realidad que vivimos en la actualidad. Esto es importante, porque hay gente que cree que está basada en el libro Los pájaros de Belén, y no es así. Toma situaciones y unas tres o cuatro adaptaciones del libro...
¿Cómo se prepararon ustedes?
“Recibimos entrenamiento con los Cobras en Tegucigalpa. Nos echaron gas lacrimógeno para hacer las cosas lo más real posible. Esos cursos me sirvieron para asumir el carácter de un verdadero delincuente”, dice Óscar Izaguirre. Álvaro Matute escucha con atención lo que dice amigo.
Álvaro, usted quería el papel de malo y se lo quitó su amigo...
Bueno, no fue tan así, je, je, je. Yo quería el papel de villano y Óscar quería ser policía, pero a la hora del cásting, el director decidió darnos los papeles contrarios. Parece que Óscar tiene más cara de delincuente que yo, ja, ja, ja. Y al final así quedamos.
¿Cómo se siente usted con el uniforme de policía?
“Pues yo creo que me queda bien, porque hasta los oficiales de la Policía me saludan, ja, ja, ja. Incluso un día llegué a los Cobras en Tegucigalpa vestido como mi personaje, el comisario Barrientos, y unos efectivos se acercaron para darme las novedades y yo les seguí el juego, ja, ja, ja. Yo les decía ‘Continúe, continúe’, ja, ja, ja. Y luego les decía ‘¡Formarse!’. Es chistoso, pero a veces, llego a un banco y me dicen ‘Mi comisario Barrientos, ¿cómo está?’, ja, ja, ja”.
¿Y el malo qué me dice? -me volteo a ver a Óscar Izaguirre.
Soy muy distinto en la vida real al personaje que me tocó hacer, que fue el del cabecilla de la banda de los Bustamante Pacheco, pues yo no fumo, ni bebo ni me gustan las armas.
¿Cuánto cobraron?
“Nada -dice Álvaro Matute-. Esta vez fue ad honorem, de gratis, los próximos proyectos serán pagados, en la medida que se pueda... Nosotros seguimos con nuestros trabajos normales y filmábamos los fines de semana, por esa la producción se tardó tanto, casi tres años y medio...
¿Cuánto costó hacer la película?
Más de cuatro millones de lempiras.
¿Cómo reaccionaba la gente cuando ustedes filmaban?
Bueno, una de las escenas más difíciles fue cuando filmamos en la tercera avenida de San Pedro Sula, frente al Parque Central. Había muchas personas curiosas y el director les decía: “Bueno, hay que estar normales, como si nada pasa” y ellos colaboran. Sin embargo, al rato llegaron otras personas que no sabían lo que estaba sucediendo y cuando vieron a Óscar sacando la pistola en medio del secuestro, pues pensaron que se trataba de algo real. Lo chistoso es que hasta Óscar estaba con miedo.
¿Y eso?
Óscar Izaguirre explica: “Temía que alguien, al ver lo que sucedía, se pusiera nerviosa, pensara que se trataba de un secuestro de verdad, sacara su arma de verdad y me disparara”.
¿Hubo cosas chistosas?...
Sí. Por ejemplo, una señora vendedora, al escuchar los disparos, que eran de salva, por cierto, salió corriendo y dejó tirados todos los confites en el suelo. Otro vendedor salió huyendo y las naranjas salían volando.
¿Cuántas ha visto la película?
Más de veinte veces -dice Óscar Izaguirre-. Quiero contarte algo: cuando termina la película se me salen las lágrimas. No me da pena decirlo.
¿Y pagó su boleto?
“No, ja, ja, ja...”, dice Izaguirre. Álvaro Matute cuenta: “Nosotros andamos en la promoción de la película, vamos al cine y al final de la función nos paramos frente al público y damos las gracias. Son impresionantes las ovaciones que nos hacen, realmente sentimos rico, bonito. Es el mejor pago que nos pueden dar”.
¿Ya se acostumbraron a dar autógrafos?
Dice Álvaro Matute: “Sí, aunque al inicio no lo podía creer. Mi primer autógrafo fue para Óscar Álvarez, ministro de Seguridad. ‘¿Y esto?’, le pregunté mientras me extendía una foto de la película. ‘Ah, porque cuando usted sea famoso no me va a querer dar el autógrafo’, me dijo bromeando. Sinceramente, yo no sabía qué escribir ni en qué parte de la foto poner mi firma. Estaba nervioso. Desde entonces, creo que nos hemos tomado unas cinco mil fotografías con la gente”.
¿Qué dice la gente en el cine sobre la película?
Hay risas, buenos comentarios -cuenta Óscar Izaguirre-. También asombro, susto... Es una película que atrapa desde el inicio al espectador.
¿Cuántas personas la han ido a ver?
“Más de sesenta mil. Hemos recaudado tres veces las taquillas de Karate Kid y el Aprendiz de brujo, por ejemplo. Ya sobrepasamos la meta que nos permite competir a nivel centroamericano. Se necesitan quince mil, pero llevamos mucho más que eso. Nosotros nunca nos esperamos que llegaría tanta gente al cine... No es que fuéramos pesimistas, pero a veces es difícil atraer a la gente, especialmente si hay alguna duda sobre la calidad de la película. Pero nos ha ido bien y ya tenemos ofertas de varios sectores, incluso del extranjero, de Costa Rica y Colombia... Haremos una serie de televisión y una película en tercera dimensión, pero no queremos adelantar mucha información”, dice Óscar Izaguirre.
¿Pero ahora van a cobrar?
Álvaro Matute se ríe: “Esta vez sí, ja, ja, ja”.
Y es tan buena que ya está “piratex” (pirateada).
Sí -dice Óscar Izaguirre, mientras se pasa la mano derecha por donde hace poco había un corte al estilo candado-. Decomisaron alrededor de doce mil copias por eso, incluso hay gente detenida. A la gente le quiero decir que la producción pirata es de malísima calidad, parece que la grabaron con un celular, se ve el respaldar de una butaca, se escuchan las risas... No es justo, imaginate que son 72 actores, además del equipo de producción, los que estuvieron trabajando tres años y medio, descuidando nuestros negocios, nuestras familias, y que venga alguien y la copie y la venda en la calle por treinta lempiras.
¿Por qué se cortó el candado? -le pregunto a Izaguirre.
Hoy me lo corté y me siento raro, porque anduve así tres años. Ya estaba cansado de andar como Moisés Bustamente, ja, ja, ja.
¿Esto de la fama es bonito?
“Es bonito, pero bien cansado. Hay momentos en los que no aguanto la mano de tanto autógrafo que me toca dar en algún evento, ja, ja, ja. Pero no me quejo, porque nos debemos al público”, sigue diciendo Óscar Izaguirre. “Pasan cosas lindas -cuenta Álvaro Matute-. Se me acercó una niñita que comía un cono y me pidió que me tomara una foto con ella; fue algo inolvidable para mí. Hay quienes tienen todos los recortes de los diarios sobre la película... Otros coleccionan el boleto de la primera función. Lo único incómodo, y es por el lado de la esposa de uno, es que se debe abrazar a todas las mujeres que se acercan, ja, ja, ja.
Y me imagino que usted se enoja cuando se acercan las muchachas para abrazarlo...
Se ríe Álvaro Matute: “Ni modo... ¿Y qué puedo hacer, ja, ja, ja?”.
Y allí también tiene que actuar, ja, ja, ja...
“Sí, imaginate, ja, ja, ja, aunque mi esposa es muy comprensiva en ese sentido”, responde Álvaro Matute.
Lo que sí es cierto que sus vidas ya no son las mismas...
Habla Óscar Izaguirre: “No, ya no. Nos ocurren cosas lindas. La vez pasada, a una de las compañeras del elenco se le ponchó una llanta. Yo la ayudé y de repente llegó un señor y me dijo: ‘¿Verdad que usted es el villano de la película Unos pocos con valor?’... Me pidió el autógrafo y de repente yo estaba rodeado de muchísimas personas que me felicitaban”.
ALVARO MATUTE
1. Hace el personaje de Mauricio Barrientos en Unos pocos con valor.
2: Es hincha de: Marathón.
3: Está casado y tiene dos hijos.
4: Religión: Evangélico.
5: Otras actuaciones: Los culpables y La cigueña dijo sí. Serie de tv Retrato de una ciudad. Pertenece al Círculo Teatral Sampedrano.
6: Actor favorito: Anthony Hopkins
7: Una película. El señor de los anillos
ALGO MÁS
1. El director:
Douglas Martin de Costa Rica.
2. Semanas en función:
El viernes inició su sexta semana en carteleras.
3. Personas que la han visto:
El último informe (14 de septiembre) iba por las 65 mil personas.
4. Tiempo de filmación:
Tres años y medio.
5. Lugares de la filmación:
San Pedro Sula: Parque Central, colonias: Satélite, Cabañas y Júpiter; y Siguatepeque.
6. Elenco:
Óscar Izaguirre (Moisés Bustamante); Álvaro Matute (Mauricio Barrientos); Jenifer Sosa (Nadia Dipalma, secuestrada); Anuar Vindel (Agente Sampedrano); Jakeline Salgado (Marcia Sosa de Uribe); Jorge Colindres (Chele Dinamita, delincuente); Tania Zabala (Maria Isabel Maurtua Dayani); Federico Valdez (Francisco Caceres, alias Don Lente).
7. Basada en:
El libro los Pájaros de Belén, del escritor Mario Berríos.
8. Página web:
www.unospocosconvalor.com
9. En facebook:
Unos pocos con valor. Tiene tres mil 802 seguidores.
10. Sinopsis:
Basada en un hecho de la vida real. La página web de Unos pocos con valor dice que “Es un relato de búsqueda, de sobresalto, de persecusión, de golpe tras golpe al bajo mundo, de reveses y éxitos de policía, de destrucción y muerte de la más peligrosa banda de secuestradores que haya operado jamás en Honduras: la tristemente célebre pandilla de los hermanos Bustillo Padilla”.
Dicha banda asesinó en un intento de secuestro a Ricardo Maduro Andrews, hijo del ex presidente Ricardo Maduro Joest.
11. ¿Dónde la veo?
La podés ver en Metrocinemas Metromall y en el mall Multiplaza. Revisá la cartelera.