El vicepresidente de los mimados de la capital, Juan Carlos Suazo, nos confirmó que las gestiones están avanzadas para mudarse a otras ciudades y dejar definitivamente el vetusto Nacional, lo que vendrá a generar un gran impacto económico.
El Marcelo Tinoco de Danlí surgió como nueva alternativa después que le instalarán alumbrado eléctrico a ese legendario estadio, eso a través de una acción mancomunada entre el gobierno de la República y el Comité Pro Estadio de la ciudad oriental.
Las pruebas de iluminación del estadio Danlidense ya se hicieron y fue un éxito. Solo están esperando que la situación sanitaria de normalice para estrenarlo.
De no haber más inconvenientes, el campeonato Clausura de la temporada 2019-2020 se reanudaría el 16 de mayo; eso deberá ser reconfirmado por la administración que preside Wilfredo Guzmán, confirme a las respuestas de sus afiliados.
Motagua definirá así el orden de localías en que jugará sus partidos frente al Vida y Platense, correspondiente a la segunda vuelta, de las que restan 5 jornadas. Luego sus choques de la pentagonal.
Los equipos Motagua y Olimpia, en una fundación denominada Fundefuth, no han podido renovar el contrato de arrendamiento y usufructo del Estadio Nacional, lo que tiene en vilo a varios actores por todo lo que se mueve financieramente.
Ambos clubes, no han sido tomados en cuenta en un proceso de restauración de dicha instalación que estimaba una inversión de por lo menos 200 millones de lempiras. Proceso que no sabemos si será interrumpido, prolongado o cancelado por el gobierno, esto debido a los recursos que necesita el estado para la atención y prevención con los hondureños en la lucha tenaz contra el coronavirus.
Aparte del impasse contractual que existe, el distrito Central es una de las zonas más afectadas con la pandemia, por lo tanto el Nacional no deberá estar disponible por algún tiempo para partidos con público.
Igualmente sucederá con el Real España y Marathón que por varios meses no podrían jugar en el Morazán, en el Olímpico, ni en el Yankel Rosenthal, ya que San Pedro Sula, lamentablemente es una de las ciudades más afectadas con el virus.
Con el respeto a los demás equipos de la máxima categoría, los dos capitalinos cuentan con el mayor arraigo popular en el país, por lo que sería muy beneficioso para ellos celebrar sus encuentros en otras ciudades. Prueba de eso lo reflejan sus buenas recaudaciones en todos los partidos que no han podido jugar en el Nacional.
Con la salida del Motagua y el Olimpia, la Conapid dejaría de recibir entre 12 y 15 millones de lempiras anuales que sirven en parte para el soporte de la planilla de empleados.
Al disolverse la sociedad, muchos compatriotas que trabajan desde hace muchos años en la entidad estatal se verían afectados o en incertidumbre laboral.
De acuerdo a información fidedigna a la que tuvimos acceso, el gobierno tiene recomendaciones del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial para la privatización de los complejos deportivos de Tegucigalpa y San Pedro Sula, que incluyen los estadios Olímpico y Nacional, como parte de las decisiones que deben tomarse en alivio económico. Ambos complejos fueron construidos a altísimos costos para los cuartos y sextos Juegos Centroamericanos.
En Honduras solo el Marathón y el Parrilllas One tienen sus propios estadios, aunque todavía no terminan de aprovecharlos bien económicamente como lo hacen equipos en otros países.
El siguiente paso lo deben hacer los dos gigantes de la capital, de lo que de ha venido hablando en los últimos meses a través de iniciativas de Rafael Villeda Ferrari, Eduardo Atala y Juan Carlos Suazo, entre otros. Falta conseguir los aliados comerciales para la construcción de dicho estadio y un predio estratégico en la capital.
