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El blog Copán Álvarez: ¿Hasta cuándo? ¿Hasta dónde llegará esto?

El periodista hondureño analiza los actos que acabaron en tragedia el domingo en Honduras.

2017-05-29

¿Hasta cuándo? ¿Hasta dónde llegará esto? ¿Cuánto tendremos que esperar? ¿Cuánto tendremos que aguantar? ¿Cómo hemos llegado a tanta insensibilidad? ¿Somos humanos? ¿Son humanos? ¿Piensan? ¿Pensamos? ¿Sentimos? ¿Sienten? ¿Tenemos conciencia? ¿Qué tienen en la cabeza?

Hace años viene muriendo gente en los estadios de Honduras y siempre hubo una excusa, “que fue afuera del estadio” “que fue después del partido” “que no podemos estar pendientes de todos” “que no tenemos nada que ver”. Siempre hubo excusas, nunca hubo responsables y seguramente hoy no los habrá. Tampoco habrá una investigación para saber qué fue lo que ocurrió, entonces no nos queda de otra que imaginarnos lo sucedido.

Dicen que sobrevendieron las entradas, también se rumorea que hubo boletos falsos, que la culpa es del mercado negro, de la policía o de la dirigencia azul. Todas son especulaciones y no sabremos nunca la realidad, pero lo que si es cierto es que responsables son todos y lo más triste es que nadie cree realmente que tuvo la culpa o parte de la culpa. Posiblemente así sea, nadie quiso que la tragedia ocurriera, pero la incapacidad para organizar un evento tan grande y para asegurarlo fue clara y es cómplice.

Foto: Diez

La Policía ayuda a un niño mientras llegan sus padres.

Lo que verdaderamente indigna es la insensibilidad, la insensibilidad de ayer y de hoy. La indiferencia que a pesar que se sabía de lo ocurrido nadie hizo nada, nadie alzó la voz, nadie guardó la pelota, nadie tuvo el sentido común para pensar que seguir con el juego era inconsciente, que seguir con la fiesta era inhumano, que el partido ya no importaba, ya no debía importar, ya no le importaba a ninguna persona con un grado mínimo de sensibilidad humana, de solidaridad por el prójimo.

Todos se desgarran orando, rezando, cerrando los ojos, haciéndose los santos en cada evento. Todos se paran, inflan el pecho y cantan el himno con la mano en el corazón, si es que tienen. Pero nadie se atreve a hacerse responsable, a dar la cara ni a pedir disculpas, seguramente piensan que pedir una disculpa es aceptar su error y su responsabilidad, entonces mejor así, total en Honduras todo pasa, todo se olvida y nada importa.

Quedará en la memoria los gritos desesperados de los niños que se desprendieron de la mano de sus padres. Quedará en la memoria el remordimiento de la madre que perdió a su hijo en el vientre. Quedará en la memoria lo que sentían los que murieron aplastados y asfixiados. Quedará en la memoria los pensamientos en ese instante que estás a punto de no volver a ver a tu madre, a tu hijo, a tu hermana, a tu amigo del alma. Quedará en la memoria que todo un estadio gritaba un gol mientras dos bolsas plásticas estaban tiradas al lado de la cancha. Quedará en la memoria que levantaron una copa con cuatro hinchas menos que fueron al estadio y no pudieron volver a sus casas.

Quedará en la memoria que perdiste la vida en un partido de fútbol, en un simple partido de fútbol que hoy se vuelve a manchar con sangre.