El proceso partió de las declaraciones de dichos directivos en 2018, quienes afirmaron que esos jugadores tras el Mundial de Brasil 2014 habrían amenazado con perder tres partidos si Pinto se mantenía al frente de la selección de Costa Rica.
En su declaratoria, el estratega colombiano contó lo ocurrido en plena Copa del Mundo, reveló actos de indisciplina y negó que visitara las habitaciones de los jugadores.
Pinto tuvo que trasladarse hasta el consulado tico en Bogotá para rendir su declaratoria.
En la última pregunta que le hicieron, le consultaron si le contó cláusulas de su contrato a alguno de sus entonces pupilos.
'Es difícil. Un contrato que solo lo ven dos o tres personas. Es imposible que se conozca un contrato de esos. Yo no se lo mostré ni a mi señora', dijo.
Al estratega le agradecieron su declaratoria y cerró con un mensaje entre lágrimas.
'Ha sido un gusto gusto compartir este rato, que no ha sido el más lindo de mi vida. Ojalá que haya sido claro todo, la verdad, nos duele maltratar el fútbol así', se despidió.