[Análisis] Alice Gear Aegis CS: Concerto of Simulatrix, con jugabilidad frenética y alta customización

Plataforma reseñada: PlayStation 4

Si no conoces la saga Alice Gear Aegis, nos ponemos en contexto rápidamente. Originalmente, se trata de un juego para dispositivos móviles, desarrollado por Pyramid y que se lanzó en 2018. El título, con estética de anime, trata sobre los conflictos de ciencia ficción que rodean a un grupo de personajes jugables, que son chicas con trajes mecanizados. Ya saben, lo típico.

El juego original basa su principal mecánica de monetización en los gachas, por lo que nos encontramos ante el clásico juego para móviles de combate, grindeo y bueno, mucha suerte para obtener algo realmente bueno como recompensa. En 2022, se lanzó su versión para consolas en Japón, titulada Alice Gear Aegis CS: Concerto of Simulatrix, desarrollada por Mages y que renovó el sistema de combate y personalización.

Y en 2023, este título llegó al resto del mundo, así que... ¿Qué es lo que podremos encontrar en Alice Gear Aegis CS: Concerto of Simulatrix? Bueno, mientras el juego para móviles original se basa en combates estratégicos por turnos, la versión para consolas pasa a un estilo de combate en tiempo real en tercera persona, por lo que se le puede sacar el juego a todo el armamento de las chicas, llamadas Actrices.

“A finales del siglo XXI, la humanidad es atacada por unas misteriosas formas de vida mecánicas llamadas Vice y se ve obligada a huir del planeta. A medio siglo de su huida a través de la galaxia, la omnipotente inteligencia artificial ALICE detecta emisiones. Las Actrices, chicas que poseen aptitudes para las emisiones, transformaron la batalla contra los Vice, y la paz llegó gracias a su capacidad de lucha. Un día, la organización Anti-Vice AEGiS solicitó la colaboración para una prueba demostrativa de “CS”, un nuevo sistema de simulación de batallas entre Actrices”.

El juego pasa a tener todo en 3D, los personajes y entornos son completamente renderizados a computadora, por lo que nos despedimos de las imágenes estáticas o diseñas en 2D. Es obvio que esta versión hace cosas que la versión original para móviles solo es capaz de soñar, pero convierte la experiencia en algo más similar a un juego de lucha que a algo más RPG, a pesar de la personalización.

La historia deja completamente de lado toda la trama de los Vice y se centra en este nuevo sistema CS, que es realmente todo dentro de una simulación. Si nos ponemos demasiado técnicos, podríamos decir que Alice Gear Aegis CS: Concerto of Simulatrix ni siquiera es canon, ya que todo lo que ocurre en el juego es realmente una simulación que pone a las Actrices a luchar entre sí.

El sistema de personalización es bastante decente y puede llegar a ser hasta profundo, una vez que desbloqueas bastantes accesorios para modificar las armaduras de las Actrices. Puedes preparar a tus personajes de la forma que más se acople a tu modo de juego y luchar contra las demás Actrices en intensas batallas llenas de destellos y luces estrafalarias.

El juego además implementa un multijugador, que lamentablemente carece de vida, el título propone batallas de hasta seis jugadores, y hay distintos modos de juego para ello. Como el modo de Tag Team, donde cada jugador usará a tres personajes distintos, o el clásico Battle Royal, donde solo uno quedará en pie. Pero se comete el mismo error que muchos juegos online comparten.

No puedes exigir a un juego de cuyo éxito no tienes certeza a tener a más de un jugador conectado, por lo que, si estás jugando offline, al cabo de un momento te terminarás aburriendo de las batallas constantes, sin una motivación más allá de las piezas de personalización, el juego carece de sentido. Y si intentas jugar en línea, te será sumamente difícil encontrar partida.

Para terminar, es importante mencionar que tanto Pyramid, como Mages y la editora PQube han dado un gran paso pasando la saga a consolas, pero con lo ofrecido, más que un buen intento, termina siendo una oportunidad ligeramente desperdiciada. Alice Gear Aegis CS: Concerto of Simulatrix se siente como algo que pudo haber sido mejor, pero que se quedó corto al limitar su propio potencial.