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Entrevista con Alberto Portillo sobre el arte del cosplay: fabricar trajes y armaduras con ingenio y creatividad

La subcultura del cosplay ha ganado tanta popularidad durante las últimas décadas, que se ha convertido en todo un arte.

2022-07-01

Los cosplays son arte que cada vez más se extiende a todas partes del mundo, nuestro país no ha sido la excepción, y en muchas ocasiones y eventos hemos podido observar la creatividad de los hondureños a la hora de fabricar cosplays de sus personajes favoritos, algo que, si lo piensas en frío, requiere de un gran ingenio y disciplina, así como una destreza manual impresionante.

Alberto Portillo, cosplayer originario de El Progreso, es uno de los grandes ejemplos de que se pueden fabricar trajes y armaduras increíbles con la pasión suficiente. Así lo mostró en las propias oficinas de Diario Diez, donde exhibió su cosplay de la armadura que utiliza el Batman de Ben Affleck para enfrentarse a Superman en la película Batman v Superman: Dawn of Justice, de 2016.

¿Cómo fue que inició en el arte del cosplay?

Nos vamos a remontar a antes de la pandemia, por lo menos tres o cuatro años antes, aunque asistía a las convenciones vistiendo un traje, no participaba. Aunque antes siempre iba, y miraba a las personas que llevaban cosplay, y pensaba “me gustaría crear uno”, y a veces en casa me ponía a inventar uno, con la ropa y la tela, y me ponía a trabajar en la casa, yo decía “me gustaría hacer uno y presentarlo”. Y así hice. Me emocioné y me animé, llevé uno, pero no lo presenté. El primero de los que hice para llevar y presentar fue Gaara, de Naruto.

¿En qué año más o menos?

Como en 2018, aproximadamente. De ahí, pues me faltaban habilidades. Entonces fue difícil, por la falta de habilidades y conocimiento, pero fui trabajando, conociendo los materiales y aprendiendo.

¿Entonces las primeras veces que asistía a las convenciones con el cosplay puesto no participaba del concurso?

No, las primeras veces solo iba vestido, pero no participaba del concurso.

Utilizando goma eva como material principal, con dos capas de grosor, Alberto compuso cada pieza de esta armadura.

¿Cuál fue la primera vez que participó en qué lugar quedó?

La primera vez, ya como participante, con el cosplay de Gaara, quedé en tercer lugar. Usé bastante los materiales de papel y pegamento. También alambre, como una piñata. La calabaza de Gaara la hice con papel, alambre y pegamento, usé como diez capas de prensa para que no se desarmara, quedó tan grueso, que todavía lo tengo en la casa.

¿Para la fabricación de ese cosplay se apoyó con tutoriales?

Sí, en internet hay muchos videos. Siempre se encuentran videos de personas con cosplays de algún personaje que uno quiere hacer, tienen bastante conocimiento. Uno lo busca para apoyarse y agarrar conocimiento. Aunque haya varios cosplays, uno agarra lo mejor de cada uno y lo va elaborando.

¿A cada pieza se le da forma manualmente, o utiliza planos de los que se imprimen y recortan?

Sí, sí. Hay un programa que se llama Pepakura, entonces ahí se encuentran los moldes, el programa le muestra la forma, y lo puede hacer más grande o más pequeño, luego lo imprime en papel y después saca los moldes. Pero casi siempre solo está para hacerlo en papel, entonces si uno imprime una hoja, los cortes, dobleces y todo, están para hacerlo en papel, aunque le puede poner resina u otra cosa. Puede usar otro material, con algo de conocimiento, puede saber dónde cortar o doblar usando otro material que no sea papel. El programa le ayuda, pero no están todas las armaduras, o no todas son gratis.

Viendo este cosplay de Batman, ¿cuánto de inversión representa? Con todos los materiales.

Vine gastando un aproximado de 3,000 lempiras. Las piezas llevan doble material, aunque no se nota por la forma en la que están unidas. Es necesario cortarla, pero hay que saber hacerlo porque sino se notará el corte. Junto con la pintura, sí, aproximadamente 3,000 lempiras.

El proceso es complicado, cada pieza de la armadura es colocada hasta dar la forma completa. Se debe ir marcándolas, todas estas piezas con el corte 45, hay que marcarlas para no perder el orden y saber cómo van colocadas.

Colocarse el traje, pieza por pieza, puede tomar (con ayuda) entre 10 y 20 minutos.

De todos los cosplays que ha elaborado hasta ahora, ¿cuál ha sido el más complicado?

La armadura de Berserk, lo hice similar a la de Batman, e intenté hacerlo en un lapso de tres meses, entonces me acostaba como a las 2 o 3 de la mañana, pero por lo mismo del cansancio, cuando ya veía yo que no me salía, mejor me iba a acostar, además tenía que trabajar al día siguiente. De pronto me ponía a trabajar el domingo, o los días de semana por la noche.

Uno trabaja en los cosplays despacio, siempre se tiene un traje en mente, ya si se acerca alguna convención o algo, uno mide el tiempo, calculando cuánto le tomaría terminarlo para poder presentarlo, pero siempre se está trabajando en algo nuevo o mejorando uno que ya esté hecho.

¿Y el material más difícil con el que le ha tocado trabajar?

La cuerina. Es un material delicado, mucho calor puede dañarla.

Para presentar un cosplay ―explica Alberto― uno necesita un lapso de tiempo para preparar el traje, así como uno mismo, porque hay que editar la música, que debe durar tantos minutos, y si se pasa hay que editar de nuevo. La personificación del personaje para la presentación, que es muy buena arma para el evento. A veces uno se pierde haciendo la armadura y deja lo demás descubierto.

A pesar de haber competido en múltiples ocasiones como participante en el concurso de cosplay, donde además ha resultado ganador de los primeros lugares, Alberto reconoce que ganar no es lo más importante para un cosplayer. “Lo importante es sentirse bien por haber terminado su traje, pasarla bien. Si uno gana, que bien, pero al final la meta es divertirse, es un evento familiar y hay que pasarla bien”.

Para Roberto Simán, cofundador de Anime World Convention, es importante apoyar al artista local, cosplayers en este caso: “Nosotros respetamos mucho el trabajo que ellos hacen. Siempre estaremos apoyando, invirtiendo e invitando a extranjeros, para fomentar la cultura del artista local. Los apoyamos a todos: música, pintura y claro, cosplay. En el concurso de cosplay, entregamos un premio atractivo, que sale de nuestra bolsa, todo para impulsar a sacar su creatividad. Espero que algún día las marcas puedan ver este tipo de trabajos y quieran hacer patrocinios o premiarlos”.