Pokémon Rojo y Azul, lanzados en 1996 en Japón y en 1998 en Norteamérica y Europa, marcaron el comienzo de una de las franquicias más icónicas de la historia de los videojuegos. Desarrollados por Game Freak y publicados por Nintendo, estos juegos de rol permitían a los jugadores capturar y entrenar una variedad de criaturas conocidas como Pokémon, con el objetivo de convertirse en el mejor entrenador Pokémon. La historia sigue a un joven entrenador en su viaje para completar la PokéDex y derrotar a la Liga Pokémon.
La jugabilidad de Pokémon Rojo y Azul se centra en la exploración y las batallas por turnos. Los jugadores recorren la región de Kanto, capturando Pokémon salvajes y desafiando a otros entrenadores. Cada Pokémon tiene un tipo y habilidades únicas, lo que fomenta la estrategia en las batallas. Además, los jugadores pueden intercambiar Pokémon entre las versiones Rojo y Azul, promoviendo la cooperación y la competencia entre jugadores.
La recepción de Pokémon Rojo y Azul fue extremadamente positiva, convirtiéndolos en un fenómeno global. Los juegos fueron elogiados por su innovadora jugabilidad y la profundidad del mundo de Pokémon. Rápidamente se convirtieron en un éxito de ventas, con millones de copias vendidas en todo el mundo. La simplicidad y accesibilidad del juego atrajeron a jugadores de todas las edades, cimentando la popularidad de la franquicia.
El legado de Pokémon Rojo y Azul es innegable. No solo establecieron las bases para futuros títulos de Pokémon, sino que también inspiraron una serie animada, juegos de cartas coleccionables, y una vasta cantidad de mercancía. La fórmula de capturar, entrenar y luchar con Pokémon ha perdurado y evolucionado a lo largo de más de dos décadas, manteniendo su relevancia en la cultura popular.
Hoy en día, Pokémon sigue siendo una de las franquicias más exitosas y queridas del mundo. Pokémon Rojo y Azul no solo fueron pioneros en su género, sino que también demostraron el poder de una idea sencilla y bien ejecutada. Estos juegos no solo iniciaron una serie de éxitos, sino que también dejaron una marca indeleble en la historia de los videojuegos.