Cuando pensamos en juegos difíciles, de esos que son capaces de hacernos apagar la consola e irnos a dormir, probablemente lo primero que se nos viene a la mente es Dark Souls, y no es para menos, la saga creada por FromSoftware y salida del genio de la menta de Hidetaka Miyazaki es famosa por su tremenda dificultad, pero también por haber definido un estilo de juego propio el cual, aunque veamos en otros juegos, los jugadores lo asociamos directamente con la saga Souls.
Los combates contra jefes absurdamente difíciles representan, para muchos jugadores, un reto a vencer al que están dispuestos a dedicarle varias horas del día. El encanto de estos denominados “juegos tipo souls” o “soulslike” están en su grado de dificultad y sus mecánicas jugables. Podemos encontrar estos ‘soulslike’ como un subgénero no oficial dentro de los ARPG (action roleplay game) y los juegos de mazmorras.
En 2009. FromSoftware cimentó las bases de este estilo de juego tan característico con el lanzamiento del juego Demon’s Souls, que se convirtió rápidamente en un título de culto, especialmente para los jugadores más habilidosos que buscan desafíos en los juegos que consumían. Poco sabían FromSoftware y Hidetaka Miyazaki que estarían ante un juego creador de género.
La misma fórmula se repetiría con Dark Souls, de 2011, siendo el siguiente juego de la saga Souls, que perfeccionó todavía más este subgénero no oficial de los juegos de mazmorras. Los jugadores exploraban tierras desconocidas, luchaban contra enemigos y contra jefes sumamente difíciles de vencer, con un HUD minimalista pero una gran variedad de armas y armaduras para personalizar al personaje.
Dark Souls 2 se estrenó en 2014, mientras que Dark Souls 3 llegó en 2016, siendo el último juego de la saga iniciada por Demon’s Souls. Pero este no sería el fin de la franquicia, pues FromSoftware exportó todas estas características que lo hacían único a nuevos juegos, que modificaron algunos de los aspectos de la saga Souls, aunque conservando la mayoría.
El primero de ellos fue Bloodborne, lanzado en 2015, antes de Dark Souls 3, que experimentaba con algunos detalles de horror en un universo de terror lovecraftiano y horror cósmico. Este título fue recibido de la manera más positiva por el público y la crítica, lo que demostró que el género souls podía aplicarse fuera de la saga que le había dado origen.
FromSoftware lanzó entonces Sekiro: Shadows Die Twice en 2019, que continúo con esta fórmula que era prácticamente el sello del estudio. Más jefes, más dificultad y mucha más acción y fluidez de juego que en la saga Souls. Y más recientemente tuvimos el estreno de Elden Ring en este 2022, este fue el título que demostró que los juegos soulslike no eran más algo de nicho, pues reventó el mercado y se convirtió en un fenómeno mundial.
Pero no solo encontramos soulslike en el catálogo de juegos desarrollados por FromSoftware, pues como se ha dicho, estos juegos fueron creadores de tendencias, e inspiraron a otros estudios a desarrollar sus propios soulslike, tomando las características fundamentales de estos juegos, pero aplicando un toque personal que los hacía tener una identidad propia.
Así que sí, existen muchos otros souslike que no pertenecen a la saga Souls y que ni siquiera fueron desarrollados por FromSoftware, y tenemos grandes ejemplos como Mortal Shell, Lords of the Fallen, The Surge o Nioh y su secuela. Los juegos de tipo souls han venido para quedarse, y se quedarán para siempre en el colectivo popular de los consumidores de videojuegos.
