Cuando Ubisoft anunció que Prince of Persia tendría un nuevo videojuego, y que no sería el anticipado remake de Prince of Persia: The Sands of Time (anunciado hace mucho y del que no se sabe mucho todavía), los jugadores sacaron los trinchos y las antorchas, y más con la estética tan diferente a lo anteriormente visto.
Pero a medida que pasaba el tiempo y mostraban más videos de Prince of Persia: The Lost Crown, más aceptación recibía el juego. Se trata de un plataformero en desplazamiento lateral que toma muchos elementos de los juegos metroidvania sin terminar convirtiéndose en uno.
Aquí, el jugador toma el control de Sargón, un valiente guerrero encomendado con la misión de nada más y nada menos que rescatar al Príncipe Ghassan, que se encuentra cautivo en la ciudad maldita del Monte Qaf. Este spin-off no tiene relación con la historia central de la franquicia, y es disfrutable completamente por separado.
La movilidad y el combate del protagonista permiten luchas fluidas y entretenidas, pudiendo avanzar, retroceder, saltar y correr a lo largo del mapa, que recordemos, es con desplazamiento lateral. Los poderes temporales antes vistos en la franquicia están de nuevo presentes, pero ahora pertenecen a los villanos y no al héroe.
Prince of Persia: The Lost Crown está teniendo una aceptación positiva bastante grande por parte de la crítica y el público. Según el sitio web agregador de reseñas, Metacritic, la versión para Nintendo Switch cuenta con una nota promediada de 87, siendo la más alta de todas.
Mientras que las versiones para PlayStation 5 y Xbox Series X|S empatan con una nota promediada de 86. La versión de PC, por otro lado, se queda atrás con una nota promediada de 84, la cual, sin embargo, sigue siendo bastante alta. El juego ha servido para que Ubisoft vuelva a brillar con la crítica, pues la empresa pasaba una mala racha.