'Es muy injusto, para ser absolutamente sincero. Nosotros preferimos jugar delante del público antes que delante de un pequeño número de personas, es la esencia del fútbol y del deporte, pero es muy injusto que no tengamos la mitad del estadio llena de aficionados italianos y la otra mitad de españoles', afirmó el técnico de 56 años en una videoconferencia de prensa desde el mítico estadio de Wembley, recinto que albergará las dos semifinales y la final.
Sin embargo, Wembley contará con 60.000 espectadores el martes para el Italia-España del martes, y otros tantos el miércoles para el Inglaterra-Dinamarca, ambas semifinales a la 1:00 de la tarde.
Pero será casi imposible asistir para cualquier aficionado que viva en Italia, España o Dinamarca, a pesar de que los cuatro semifinalistas cuentan con una cuota de localidades asignadas.
En efecto, las restricciones en vigor en Inglaterra ante el covid-19 imponen una cuarentena de cinco a diez días a la llegada, lo que habría obligado a cada aficionado a acudir a Londres cinco días antes del partido, como mínimo.
Las federaciones española e italiana recordaron estas reglas los últimos días, exhortando a sus ciudadanos que habiten en Reino Unido y en Irlanda, no sometidos a esas restricciones, a acudir al estadio.
Según la Federación Italiana, unas 6.400 entradas fueron puestas a la venta para los aficionados italianos que residen en la región.
A través de una campaña con el lema 'We need you' (Te necesitamos), la Federación Española de Fútbol, por su parte, también trató de movilizar a su diáspora de aficionados.