Mario Berríos, jugador de Marathón desde hace una década, tenía que ser uno de mis entrevistados. Cuando lo llamé, dijo que sí… pero –siempre hay un pero–, con la condición de que la entrevista debía ser en el sitio donde él se siente más feliz y cómodo, Mezapa, su lugar de origen. Y así fue como emprendimos el viaje, con él como conductor, yo de copiloto y su hijo José Mario en calidad de pasajero.
¿Cuántos hijos tenés?
Tengo dos. El que va dormido atrás, José Mario, y una niña de 12 meses, Kamila.
¿La voy a conocer?
No, porque ella está en San Pedro Sula con la mamá.
¿Qué se siente ser papá?
Bello, tenés que serlo para que te podás dar cuenta, es algo que solo se entiende.
¿Cuánto tienen de casados?
Cumplimos seis años en diciembre.
¿Están enamorados?
Claro que sí. Mejorando día con día y eso es parte importante de mi vida.
¿Cómo enamoraste a tu esposa?
A Keren siempre la había conocido, pero nunca la había visto así.
Como que fue de la noche a la mañana…
Yo me vine a San Pedro Sula a trabajar y ella a estudiar. Nos casamos a los 22 años, fue una decisión mutua.
¿Cómo fue la boda?
Muy bonita la verdad.
¿Quién fue tu padrino?
Antonio Aguilar.
¿Dónde está tu esposa ahora?
Fijate que no la podrás conocer porque está cuidando un negocio que tenemos en las zonas del mercado donde está el comercio. Tenemos solo 3 meses y espero que nos vaya muy bien.
Como en todo buen viaje, hay que parar en una gasolinera, a comprar cosas para el camino. Así que ingresamos al lugar donde su presencia no fue inadvertida por varias personas que de inmediato lo reconocieron. Rápidamente cada uno agarró lo que quería y regresamos al carro para continuar con nuestra ruta hacia Mezapa. Ah claro... como buen caballero que es, no me dejó pagar.
¿Dónde empezaste jugando?
Tengo 10 años jugando en Marathón.
Sos parte del inventario…
Sí, eso te dijo Yankel en la entrevista que te dio.
¿Te ves jugando en otro equipo?
Hasta el momento no. No pienso salir. Y de salir, quizás al extranjero, pero a otro equipo nacional no creo.
¿Sos Marathón de corazón?
Claro que sí.
¿Cuál ha sido el rival más fuerte?
Siempre ha sido el Olimpia.
¿Te acordás de tu primer partido con Marathón?
Sí, fue inolvidable. Fue contra el Vida en el Morazán. Tenía el apoyo y estaba con muchos deseos de jugar, eso era lo que me importaba.
Sos una persona muy seria…
Lo aparento, pero ya cuando entro en confianza cambia la cosa, pero de entrada soy muy serio. Además, a mí no me gusta andar mucho en público.
He entrevistado a varios de Marathón y siento que es un equipo que tiene paz en el camerino, que tienen una bonita relación, ¿es así?
Sí, eso ha caracterizado al grupo. El que llega se integra rápidamente. Parece que siempre hemos jugado juntos.
Y el que no, que se vaya…
No hemos tenido ese problema. Todo jugador que llega se ha integrado, si han salido es por lo deportivo o administrativo, pero como grupo, hemos tenido la suerte de tener siempre un gran equipo. Muy abierto a jugadores extranjeros o locales, sin importar del equipo del que vengan.
¿Tenés tu compañero de cuarto en concentraciones?
En el país es Mayorquín, pero cuando estamos fuera me toca con Astor Henríquez.
¿Cuál crees que es la opinión acerca del futbolista hondureño?
Aquí generalizan y la sociedad nos califica como vagos, en su mayoría.
Son prejuicios…
Y varios se lo han ganado, pero lo que pasa es que el futbolista no se entrega en un 100% y hay jugadores que no se dan a respetar. Aún así, yo pienso que primero somos personas y después futbolistas. Por eso estamos sometidos a muchos prejuicios y estereotipos que nos daña a todos y se lleva de encuentro a nuestras familias. Cualquier persona habla y sin pensar causa mucho daño. Además, lo malo se pega más fácil que lo bueno, pues es más fácil hablar mal que bien de alguien.
¿Te ha pasado algo incómodo?
No, gracias a Dios nunca. Pero sí he visto cosas nada que ver. Mirá Carmen, yo soy de las personas que si quiere salir a la discoteca, sale, esté quien esté, yo no me escondo. Por suerte yo no tengo ningún vicio, pero si yo hiciera algo, lo haría igual.
El problema es que cuando se andan escondiendo es peor porque dan motivos para hablar. Yo he ido porque me gusta, ahora voy menos o casi no voy porque tengo un hogar y paso el tiempo mejor con mis hijos.
¿Qué te hace sentir incómodo?
No me gusta estar en público. Te lo juro, no me gusta andar solo o que la gente me quede viendo.
Pero tímido no sos...
No, no soy. Solo que no me gusta estar donde no me siento cómodo. No me gusta que me anden haciendo tanta pregunta.
¿Cómo te decidiste por el fútbol?
Nunca lo tomé como obsesión, me gustaba, pero hasta ahí nomás. Jamás pensé que sería futbolista. En mi casa era siempre primero el estudio, eso querían mis papás. Pero empecé con campeonatos colegiales, luego fui convocado a una sub 17. Y todavía allí no sabía si ser jugador. No lo miraba así. Yo era de un pueblo y lo miraba como un sueño lejano.
Pero, apareció Marathón.
Me vine a San Pedro Sula porque tenía que estudiar. La idea fue intentar en el equipo y rápido lo logré. Aún y cuando jugaba, la idea era que estudiara. Al final, no pude hacer las dos cosas al mismo tiempo.
¿Qué es lo peor que has hecho en la cancha, inconscientemente?
Todo lo que se hace en el campo es consciente, quizás digan que es por inercia o algo así, pero no lo creo. Lo malo siempre se hace consciente.
A ver... ¿Y la mano de Suárez, de Uruguay, en el Mundial.
Eso fue intencional, sí lo pensó. él sabía que si no metía la mano, era gol y quedaban eliminados. Si la metía, lo expulsaban y ya, pero no era todo el equipo el que se iba. Arriesgó al todo o nada.
¿Cómo es Mezapa?
Es chiquito. Todo es natural, todo el mundo se conoce…
¿Eso es malo?
No, cuando estás niño. Ya de la adolescencia en adelante sí porque te afectan los chambres o los chismes, pero de niño, la libertad es divina.
Contame de tu familia.
Somos una familia muy bonita y unida. El mal de uno es el mal de todos. Siempre nos apoyamos.
¿Cuántos hermanos son?
Somos seis, cuatro varones, dos mujeres. Y fútbol profesional, sólo mi hermano y yo jugamos.
¿Qué tal se llevan?
Todos vivimos juntos. Mi abuelo tiene su casa y le dio solares a sus hijos y todos construyeron cerca. Así que todos en la casa, por la parte de atrás, tenemos portones y llegamos a la de mi abuelo, que es como el centro de reunión. Los hijos ya son mayores, ahora es para nosotros los nietos y quizá los bisnietos de mi abuelo.
¿Familia de tu mamá o de tu papá?
De mi mamá. La de mi papá es de Choluteca.
¿Cuántos hermanos son?
Son 12 hermanos, ahora 11.
Lo siento...
Sí, a él lo mataron en 2008 y por eso decidí hacerme el tatuaje con su nombre. él estaba joven, no se había casado. él era de mi edad. Cuando me fui a San Pedro Sula, él se fue conmigo y me acompañaba a todos lados.
¿Cómo es la vida en Mezapa?
Muy tranquila. Siempre que tengo tiempo libre, me vengo para acá, donde la pasamos bien con mi familia y todos los conocidos del pueblo.
¿Dónde te quedás cuando estás acá?
En la casa de mis papás, cada quien tiene su cuarto.
¿Qué te dio por poner la canchita?
Más que un negocio fue porque en Mezapa no hay nada y quería darle diversión a los que ahí viven. Se necesitaba algo para que los jóvenes pudieran divertirse. Además de ir a las iglesias, no hay mucho que hacer y por eso decidí construirla.
BERRÍOS EN BREVE
Nombre: Mario René Berríos Castillo
Madre: Olga Sonia Castillo
Padre: José Policarpo Berríos
Hermanos: Carlos David, Carla María, Luis Manuel, María José, Víctor Jesús.
Hijos: José Mario y Kamila
Esposa: Keren
Fecha de cumpleaños: 29 de enero
Edad: 28 años
Ciudad de nacimiento: Mezapa
Altura: 1.67 metros
Peso: 135 libras
Número de pie: 7
Color favorito: Verde
Película favorita: Gladiador
Libro favorito: El Alquimista de Paulo Coelho
Actriz favorita: Julia Roberts
Actor favorito: Russell Crowe
Película animada favorita: Toy Story 3
Serie favorita: El Capo
Partido más memorable: Final ante Real España, en 2008, con un gol en el último minuto lograron el título.
