Liga Nacional

Olimpia, bicampeón de Honduras

Douglas Caetano anotó el gol de la victoria para los Albos en su Centenario.

2012-05-21

Olimpia se ha coronado campeón del fútbol hondureño, su título número 25, al vencer este domingo 1-0 al Marathón en un marco impresionante en el estadio Nacional de Tegucigalpa.

El delantero brasileño Douglas Caetano se ha convertido en el gran héroe del cuadro merengue que en esta ocasión festeja la corona en plena fiesta del Centenario.

Y sin duda, el cuadro Albo lo celebra ante su afición que colmó el estadio para darle pie a esta celebración que marca historia y plasma con letras de oro este gran momento que vive el mundo blanco.

EL JUEGO

A esta altura, no caben dudas: Olimpia gana porque tiene sangre. De otro modo no se entiende que un equipo que sin jugar un fútbol de alto vuelo, saca partidos bravos y los convierte en suyos.

Y que esa reacción (en el segundo tiempo) certifica aún más que por las venas de sus jugadores corre una mezcla de garra, convicción, coraje y ambición en dósis repartidas.

Para Marathón soportar el martirio significaba dejar todo en la cancha, jugar con lo que tenía y aplicar una dósis de ataque con cautela. Pero esta vez, el primer tiempo fue un fastidio total, llegó poco, poquísimo y los nervios ya estaban instalados en el Nacional.

Olimpia se llevó las mejores jugadas, de hecho, un penal a los 30 minutos que pudo significar abrir el marcador, pero la buena reacción de Shane Orio evitó que Reinaldo Tilguath armara el festín en su casa.

Quedará en la memoria un mal primer tiempo para el cuadro sampedrano y bueno para el Olimpia que entró animado, calculador y con enorme fe.

EL MOMENTO CLAVE

Después de la ducha, casi sin pestañear, Olimpia se encontró con el gol, al minuto 46 del tiempo corrido. Un golpe de esos inesperados, pero cuando caen, se dan por la convicción del juego juego. Douglas Caetano recibió el balón por el costado derecho, avanzó y sin mediar palabras sacó un remate cruzado, imposible para que Shane Orio metiera las uñas.

Marathón no era triturador como se esperaba y más cuando se conoce la filosofía de Ramón Maradiaga, demoró demasiado en su reacción, como congelado en tres cuartos de cancha, hasta que vino un error y pum.

Ahí sí se encauzó el resultado, se armó la fiesta, se archivaron las dudas, se olvidaron de todo y Olimpia ya era fiesta.
Marathón ya no puso reaccionar, cayó en desesperación y en ese camino se llevó de encuentro a Rommel Murillo, quien se fue expulsado a los 73 minutos por una falta contra Roger Rojas.

LA CORONA ES BLANCA

A Olimpia le sobraban ganas pero le faltaba equilibrio, porque hubo un lapso donde el cuadro esmeraldase abrió espacio para medio inquietar a Donis Escober. Pero ya el tiempo jugó en su contra, no hubo más fuego sobre la cancha.

Olimpia supo controlar. Ya jugó con más tacto, con más sentido y armado de ese gran hervor de su gente, el Centenario comenzó a teñirse de blanco y lo pudo perfeccionar en aquel balonazo que pasó, al minuto 87, sobre las narices de Cristiano dos Santos...

Ya todo estaba cocido. Olimpia hace historia al celebrar sus cien años con la copa 25. Algo impresionante, sin duda, el rey del fútbol hondureño... Y por segunda ocasión consecutiva.