El gol lo marcó el venezolano Jan Hurtado al empujar la pelota sobre la línea del arco, en una arremetida tras un centro que había bajado de cabeza el central Lisandro López, a los 80 minutos.
Los 'millonarios' jugarán el 23 de noviembre en Santiago de Chile un único partido contra el vencedor de la llave brasileña Flamengo-Gremio, que empataron 1-1 el primer choque en Porto Alegre y disputarán la revancha el miércoles en el Maracaná.
El DT de los riverplatenses, Marcelo Gallardo, ganó siete títulos internacionales desde que asumió en 2014, incluidas dos Libertadores. River ganó cuatro veces la Copa, incluida la última en el superclásico trasladado a Madrid en 2018 (3-1), y Boca la conquistó seis veces.
No había otra alternativa para el Xeneize que desorganizar a River. El problema es que rebotaban una y otra vez contra una retaguardia liderada por Lucas Martínez Quarta y Javier Pinola. Enzo Pérez rompía todo juego que se acercara al guardavalla Franco Armani.
El talón de Aquiles de Boca eran sus flancos defensivos. El de River los tiros libres ejecutados con pelotas aéreas en los que el local ganaba los anticipos, sin puntería para el arco.
Boca insistió con la fórmula de las pelotas paradas. River colaboraba involuntariamente con excesivas infracciones en los alrededores del área grande. Cuando el Millonario armaba un contragolpe que podía ser letal, aparecía Iván Marcone para voltear rivales. Siempre al filo del reglamento.
Y si la jugada seguía, Carlos Izquierdoz era un salvador de emergencia, un bombero. Junto con Lisandro López ponían el alma en cada bloqueo arrojándose al piso.
Las últimas cartas que le quedaban a Alfaro las jugó al ordenar las salidas de Ábila y el volante Agustín Almendra. Mandó a la cancha a Zárate y a Hurtado. Luego al colombiano Sebastián Villa. Zárate lo justificó enseguida con buen dominio de la pelota y remates al arco que exigían a Armani. Hurtado, con su gol.
Gallardo, conservador como nunca, miró las barajas también y respondió con la entrada de los goleadores Lucas Pratto e Ignacio Scocco. Pratto no le dio la razón pues en una carrera limpia hacia el arco, solo sin marca, tiró un insólito pase fallido.
El tiempo se consumió y River celebró en la casa de su archirrival histórico. Para Boca la eliminación es otro episodio que mancha su rica historia menos de un año después de la final de Madrid.