El camerunés tuvo un paso por el Rubin Kazan de Rusia y reveló al diario británico The Telegraph, el calvario que vivió en esta institución.
No recibió su casa, terminó durmiendo en las instalaciones del club y no recibía su pago al día. A esto, se le suma que fue separado del equipo sin motivo alguno.
'Cuando firmé me dijeron que me darían una casa pero luego, pasaban los meses y no la tenía. Al final, me sacaron del hotel y tuve que vivir en la ciudad deportiva. En el club seguían diciéndome que tenía que esperar a que acabasen la casa. Un día hablé con una de las encargadas de diseñarlas y me dijo que nadie le había encargado nada' relata el futbolista.
Song afirma que pasó una depresión durante su estancia en Rusia. 'Hay buenos restaurantes y la gente es agradable pero nunca salí porque no tenía amigos. Comía siempre en las instalaciones del club y siempre solo. Me estaba volviendo loco. No lloraba, pero estaba muy estresado'.
El ex del Barça asegura que vivía prácticamente encerrado en su habitación en la que siquiera encendía la luz.
'Pasaba el tiempo sentado en mi habitación y nunca encendía la luz. Estaba siempre con mi ordenador, sin televisión siquiera porque no entendía nada al estar en ruso. Toda mi vida se basaba en un ordenador y un móvil y eso no es sano. Para ser honesto, no se ni por qué no encendía las luces', destaca.
El camerunés cuenta que fue apartado del equipo desde 'principios de septiembre hasta diciembre' y piensa que fue una decisión que se tomó por cuestiones de dinero. 'Creo que querían que los jugadores que decían que costaban mucho dinero se acabaran yendo y dejaron de pagarnos'. Esta situación le generó problemas a nivel económico y confiesa que pasó dificultades para poder asumir ciertos pagos.
'El club me decía que el dinero llegaría a mí cuenta, pero eso nunca sucedía. Tienes hipotecas y más gastos y hay que seguir pagando. Tenía una hipoteca en Londres y el banco me preguntaba por mi dinero. Esa fue la peor parte' asegura.
El Sion de Suiza le abrió la puerta y poco a poco su vida ha ido recuperando el rumbo que tenía.
