De acuerdo a su informe, la derrota 'enfadó a los pesos pesados' de la plantilla con Luis Enrique y que se vio manifiesto en el avión de vuelta a Barcelona.
Señalan que la razón del enojo es por las rotaciones que decidió hacer el técnico asturiano. Arda Turan, Munir, Sergi Roberto y Rafinha jugaron en lugar de los habituales Rakitic, Luis Suárez, Jordi Alba e Iniesta.
Algo que los jugadores más importantes del equipo consideraron excesivo. Rafinha, tras estar seis meses lesionado jugó contra el Atlético de Madrid en Champions League y posteriormente fue titular en Anoeta (lo que le produjo una sobrecarga en el abductor de la pierna izquierda y provocó su baja en el partido siguiente).
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Con el partido en juego y bajo la presión del resultado, Luis Enrique acabó sacando a los tres jugadores que había dejado en el banquillo para descansar (Luis Suárez estaba sancionado).
Este hecho recuerda a lo que sucedió en el mismo estadio la temporada anterior. Entonces Neymar y Messi se sentaron en el banquillo y tuvieron que saltar al terreno de juego en los últimos minutos para intentar dar la vuelta al marcador, sin éxito. Aquella situación desencadenó una relación tensa entre el entrenador y el delantero argentino.
Eso sí, recalcan que ahora la situación no es tan grave como entonces, se une a los recientes resultados cosechados con los equipos madrileños.
Esta fricción llega en un escenario marcado por las derrotas ante Madrid, Real y Atleti. Un terreno abonado para que se magnifiquen problemas que, tras un triunfo, no tendrían tanto recorrido.