Internacionales

Barcelona venció 3-0 al Panathinaikos

El Barcelona avanzó a octavos de final de la Champions League.

2010-11-23

El Barcelona necesitaba ganar en Grecia ante el Panathinaikos para asegurarse la clasificación a los octavos de final de la Champions League y lo hizo con holgura, 3-0.

Si uno mete ocho, el otro le contesta con cinco. Si el otro hace cuatro, el uno le responde con tres. Si la figura de uno hace hat trick, la estrella de otro también. Y si el primero de los cracks mete dos, el segundo aunque sea marca uno.

El Barcelona y el Real Madrid siempre se mandan mensajes aunque no jueguen entre ellos. Hasta el próximo lunes, cuando todas las señales se crucen en el Camp Nou.

Antes de la trascendental cita, el equipo catalán tenía que salir a ganar en el campo del Panathinaikos para asegurarse la clasificación a la siguiente fase de la Champions League. Y por eso Guardiola alineó a todas sus estrellas, sin guardarse esfuerzos para el clásico.

Recién en el minuto 26 pudo quebrar la resistencia del conjunto griego, que salió dispuesto a esperar atrás al campeón español.

Fue apenas un minuto después de que el Barça diera el primer aviso con un potente tiro de Adriano que el portero sacó con esmero al córner. Y de ese tiro de esquina vino el primer gol.

Recibió Alves fuera del área, amagó con un disparo fuerte a puerta pero era un pase sutil y perfecto para Pedro que se colaba en la zona de mayor peligro por la derecha y desde allí chutó cruzado a gol.

Antes, el susto se lo llevó Valdés con una escapada en solitario de Sisse que el portero blaugrana resolvió muy bien. Fue lo único que hizo el Panathinakos en todo el partido, cien por cien para un Barcelona que estiró la diferencia a través de una preciosura de jugada, una de esas de mil toques, que Messi no tuvo más que empujar a la red en el 62. Siete más tarde Pedro estableció las cifras definitivas y Pep, ahí sí, mandó a sentarse a Xavi y a Piqué.

Messi, que consiguió el gol 150 de su carrera, se quedó en el campo hasta el final. Para él y sus números estratosféricos no hay descanso que valgan. Para Cristiano tampoco.