Cristian Rodríguez no es un hombre fácil, en su nuevo equipo, el Atlético de Madrid de España son conscientes de ello, pero confían en que, bajo la dirección del argentino Diego Pablo Simeone, el carácter del uruguayo termine redundando en beneficio del equipo.
Lo de Cebolla viene de sus días en Peñarol, en las categorías inferiores, por aquello de que hacía llorar a los defensas.
Su trayectoria futbolística nunca fue un camino de rosas: en 2012 ha tenido problemas con el Oporto, en 2006 su caso llegó al TAS, que falló en contra de Peñarol y en beneficio del futbolista y de su compañero Carlos Bueno.
El tribunal decidió que la renovación automática de los contratos que regía en Uruguay no era válida a nivel internacional y que, por tanto, eran libres para firmar con el París Saint-Germain.
Otro episodio complicado en su discurrir procede del Mundial 2010, del que se cayó tras haber sido fijo en las previas clasificatorias. El asunto es que un puñetazo al argentino Gabriel Heinze provocó para Cebolla una sanción de cuatro partidos, entre ellos los dos primeros del campeonato de Sudáfrica.
Tabárez, seleccionador de Uruguay, así las cosas, decidió excluirlo de la lista definitiva. 'Por la selección doy la vida', dijo entonces Cristian Rodríguez.
'Durante la eliminatoria fui a jugar hasta lesionado, peleándome con todo el mundo acá para poder estar. Por eso no tengo más palabras y no sé qué decir en este momento. Lo único que sí puedo decir es que sea lo mejor para el fútbol uruguayo, nada más. Yo estuve siempre. En la lista hay algunos que no estuvieron nunca y otros que no juegan', añadió.