Sin embargo la vida del volante ofensivo no ha sido totalmente de color de rosa. Su infancia fue dura y lo marcó por el resto de su vida. Kehinde, padre de Alli, lo abandonó una semana después que naciera en Londres. Ocho años después se lo llevó a Nigeria.
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Cuando tenía 11 años su padre lo abandonó por segunda vez. En esa ocasión se mudaron a Houston y su padre dos años después de ese traslado se volvió a marchar dejándolo en Londres con su madre.
La madre de Dele Alli, Denise, tenía otros tres hijos de diferentes padres y era alcohólica. Las peleas y discusiones eran pan de cada día el actual jugador del Tottenham.
Las amistades del barrio no eran las mejores para Dele Alli. A los 13 años, el inglés fue dado en adopción a la a familia conformada por Alan y Sally Hickford. Con ellos, llegó un cambio para la vida inglés.
El medio 'Sport' asegura que, desde que fichó por el Tottenham, Dele Alli no sabe nada de sus padres biológicos. Él se niega a conversar con ellos.