Emiliano Martínez repasó la conquista de Argentina en el Mundial de Qatar en un diálogo con AFA Estudio, el canal oficial de la selección. El ‘Dibu’ recuerda algunos de los momentos claves para levantar la Copa del Mundo y asegura que el penal que le atajó a Van Dijk en cuartos de final le dejó secuelas.
Final contra Francia
“Fue la confianza que fuimos generando. Ganar por penales te da mucha confianza, no me digas por qué, te da un bonus. Después de pasar contra Países Bajos por penales, a Croacia le pasamos por encima. Y contra Francia era ‘ya está, estamos jugando una final del mundo. Voy a jugar como si estuviera jugando en mi casa. Me da igual la gente, la repercusión. Yo estoy jugando una final del mundo’. La disfruté, y mis compañeros hicieron lo mismo. Yo entre lágrimas en el vestuario, me eché a llorar antes de salir a la cancha, les dije a los chicos que estaba orgulloso y que pasara lo que pasara me iba a dejar la vida en ese partido. Me puede salir mal o bien, pero yo iba a dejar todo por ellos. Y todos tenían ese mismo pensamiento y fueron a defender a cada compañero”.
Parada a Kolo Muani
“A veces la veo y fue una jugada tan rápida que yo dije ‘no puede ser que esté tan solo’. Pero fue tan rápida que no tuve el momento de disfrutarla. Él me mira y si yo le salgo rápido como Ederson a Di María me la pica. Fui saliendo en diagonal mostrándole más el palo corto y cuando el momento del impacto me abro, mi mano y mi pie van al mismo timing, caigo y me dejo el aductor, ahí el pilates me ayuda. Yo dije ‘ojalá que vaya ahí’, ni giro la cara, que me pegue donde sea. He atajado mejores pelotas quizá, pero en ese momento y con esta selección y la tranquilidad que tuve para achicarle y no desesperarme... fue la parada que más trabajé de mi vida”.
Penal de Montiel para definir al campeón
“Ahí estaba muerto en vida. Lloraba como un nene, no sabía a quién abrazar, se me venían imágenes de donde salí, de lo que me costó llegar a triunfar en el Arsenal, lo que me costó llegar a la selección... De no poder llegar a primera con Independiente, que me costara ser tan conocido en mi país. Se me pasó todo en ese minuto. Me costó dormir durante días y todavía a veces me cuesta”.
Messi
“Lo habíamos dicho en la Copa América, que lo tenía que ganar él. Yo lo hacía por mi país y después por él. A mi ser campeón del mundo, no era un logro individual. Yo quería lo colectivo, para mi país. Y después hacerlo por Leo era la puntilla, porque es el chico que se lo merece más que cualquiera. Por su humildad, por lo que genera al país, tenerlo adelante es un bonus. Con Julian, con Enzo, con Mac Allister, todos los que entraron nuevos se amoldaron y supieron bien lo que tenían que hacer para que él esté libre y haga la diferencia. Yo le escribo un mensaje o le hablo y él hace todo, se desvive por nosotros y nosotros nos desvivimos por él”.
Experto en penaltis
“En el entrenamiento me pueden tirar 72 penales y me meten los 72. Ahora, si jugamos por dinero, ahí ya cambia. Es otra presión. Pues imagínate con 80 mil personas en una final del Mundial. La gente empieza a silbar, la portería se hace más pequeña... y eso lo uso a mi favor”.
Victoria contra Países Bajos en penales
“Me desplomo y digo ‘buah, por fin se nos dio’. Nunca había sufrido tanto en un partido. Lo primero que pensé es jugamos las semifinales y jugamos contra Croacia, que era difícil pero un rival que podíamos pasar. Fueron 20 segundos de tranquilidad y lo primero que escucho es ‘hijo de mil, lo hiciste de vuelta. Nos ayudas te de vuelta’. Le miro la cara y era Leo (Messi). Le dije ‘dejá de joder’, le di un abrazo y entre lágrimas y emoción nos fuimos”.
Secuelas de pararle el penal a Van Dijk
“A Van Dijk ya lo conocía del Liverpool, lo vi lanzar tandas contra el Chelsea y lanzó cruzado arriba con dos porteros que eran altos y se tiraban bien. Los dos que fue cruzado, los dos ganaron. Dije ‘este no va a cambiar’. No le dije ni una palabra, creo que en ese penal me lesioné un poco la cadera abajo, que todavía me duele. Me estiré tanto... pensaba que ese penal, al ser el primero, era clave. Me saqué mucha rabia que tenía del segundo gol”.
