Internacionales

El enojo de Mourinho con Kaká

El técnico le reprochó su pasividad en el gol del CSKA por la Champions.

2012-02-24

La prensa española destaca este viernes que el técnico del Real Madrid, José Mourinho, se enojó con Kaká tras el gol que anotó el CSKA en el juego de ida de la Champions League que finalizó 1-1.

Estadio Luznhiki, Moscú. Minuto 74 del CSKA-Real Madrid. Mourinho ve a Kaká y lo llama. “Entras por Calleti, que Mesut se vaya a la derecha y tú pasas al centro. Aprovecha las contras para salir rápidamente y buscas los demarques de ruptura de Cris o de Pipa”. Kaká, con la cara congelada y perterchado con camiseta térmica, leotardos y guantes, asiente obediente.

Pero el mediapunta brasileño sale al campo frío, despistado, superado por la propia intensidad del partido, a cuyo tren no consigue subirse. Kaká entra poco en juego, apenas alguna jugada en la que busca en corto a Cristiano Ronaldo.

NO ARRANCÓ

Sin embargo, el encuentro le presenta un par de situaciones propicias. Balón controlado, rival desubicado y mucho campo por delante, la situación soñada para Kaká. Pero el crack brasileño va al trote, no arranca, no desborda y acaba perdiendo la pelota. Mourinho reniega con la cabeza, se molesta hasta desesperarse en el banquillo, según se ve en los vídeos.

Pasan los minutos, el partido languidece, pero Kaká no entra en juego ni en calor. El Madrid tiene el partido y media eliminatoria en el bolsillo, sólo falta terminar indemnes los tres minutos de tiempo añadido. Sin embargo, Coentrao sufre un resbalón y toca el balón con la mano, con más torpeza que voluntariedad. El colegiado Kuipers señala la dudosa falta.

Dzagoev se prepara para lanzarla, mientras Kaká le observa tranquilamente a unos cinco metros. El brasileño se dirige lentamente hacia el balón, sin prisa, caminando.

Cristiano, que está todavía más cerca que Kaká, tampoco hace nada por obstaculizar el saque de la falta. El resto ya lo saben: balón al aire, Ramos que no llega al primer palo, Albiol que se queda en zona de nadie, Arbeloa que también llega tarde, Khedira que se queda mirando en la frontal, remate de Wernbloon.

El Madrid encaja otro gol a balón parado, uno más, para desesperación de Mourinho, en esa ugada que provoca el enojo, deja a Kaká más despistado y más señalado que ninguno.