2020-12-29
Esta semana se suscitó un peculiar hecho en la liga de
Turquía durante el encuentro entre
Besiktas y el Sivasspor con un árbitro y futbolista como protagonista.
Sucedió que Hakan Arslan, capitán del Sivasspor había sido amonestado con tarjeta amarilla, sin embargo, al final del primer tiempo le recriminó al árbitro por una jugada a través de su teléfono móvil.
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El juez le terminó sacando la segunda tarjeta y lo expulsó del terreno de juego.
Arslan explotó, tiró el dispositivo al suelo y se fue haciendo berrinche camino al vestuario. Su equipo terminó perdiendo 3-0.