Pero el hecho de haberse retirado de las canchas no significa que ya no podía poner de pie a una multitud, puesto que ahora consigue enloquecer a las masas no mediante un balón, sino a través de una consola con la que combina música en algunos pubs y discotecas de Londres. Fue así como el ahora exjugador vasco dio un giro radical a su vida profesional, al pasar de futbolista a DJ.
Pero esta transición fue gradual, pues a sus 18 años, cuando se mudó a Valencia en la temporada 1992-93 y donde marcó 59 goles en más de 300 partidos, lo primero que hizo fue ubicar la mejor tienda de discos de esa ciudad, dando señales de cuál sería su siguiente paso una vez que se retirara.
“Lo compararía con uno de los grandes partidos que disputé en mi carrera profesional, porque Londres es un lugar muy importante para nosotros, los aficionados a la música.”, contó en una ocasión. Ahora bien, sus gustos musicales varían desde lo más 'hard' a lo más 'soft', y van desde géneros como el rock al góspel y blues de los años 50, ya que para él cualquier cosa que se pueda bailar o que le guste a la gente es bienvenido.
Mendieta no ve tan abrumadora la diferencia entre ser futbolista y DJ, pues considera que en ambos se necesita la capacidad de tomar decisiones rápidamente, y llegar, incluso, al sentimiento de como cuando metía un gol.
“Cuando estás en el campo, tienes que decidir hacia dónde correr y dónde lanzar el balón y, cuando estás como DJ, tienes que decidir en unos segundos la canción que vas a poner a continuación en relación a la actitud de la gente. Cuando escoges una canción que conecta con la gente y ves cómo disfrutan, tienes una sensación parecida a cuando marcas un gol”, expresó.