Pues en ese choque al minuto 70, el delantero del Barcelona vio la tarjeta amarilla. Pese a lo aparatoso del color del ojo del central atlético, no debería tener problemas para estar disponible frente al Granada.
Su ojo sigue hinchad, pero tras una revisión médica, el jugador recibió la noticia de que solo deberá seguir un tratamiento y poco a poco se le irá reduciendo el hematoma.
Suárez, recordado por morder al italiano Chiellini en el Mundial de 2014, ya había dado muestras de juego agresivo en el partido de ida en Barcelona contra el Atlético: en ese encuentro pateó a Juanfran y luego le dio un manotazo a Filipe Luis.