Las nuevas generaciones de futbolistas obtienen demasiado antes de ganar algo con sus clubes. Sin haber debutado tan siquiera con el equipo primer equipo, los altos contratos en Europa enloquecen a los canteranos.
Esto lo tiene muy presente Jürgen Klopp, que en el Liverpool vivió una anécdota única. No la contó el técnico, sino uno de sus exfutbolistas, el croata Dejan Lovren, que coincide en este problema sobre cómo crecer y saltearse pasos en la progresión en el fútbol.
“La generación más joven debe asimilar lo que los jugadores mayores aprendimos a través de la experiencia. En el fútbol moderno ya no hay jugadores jóvenes que limpien las botas o carguen el agua, porque ahora hay gente especialmente entrenada para eso y no creo que sea bueno”, comenzó diciendo el ahora defensor del Olympique de Lyon.
“Los jóvenes deben aprender las formas del fútbol lo antes posible, la forma en que funciona desde adentro”, se quejó Lovren, que fue campeón de Europa con los ‘Reds’ en 2019.
El croata señaló a los responsables de esto: las redes sociales, y las califica como un arma de doble filo dependiendo el tipo de uso.
“Lo borraría todo y me concentraría en cosas reales. Pero esto no es tan fácil de hacer para las generaciones más jóvenes. Todas estas estúpidas plataformas y cosas requieren mucho tiempo y atención y hacen que una persona no se concentre en su fútbol. No es necesario utilizarlo todos los días. Hay personas que revisan sus redes sociales tres veces al día, publican fotos y eso me preocupa mucho por los jóvenes”, explicó.
Fue entonces durante la entrevista cuando contó un caso real: “En 2017, en el primer día de entrenamiento de la pretemporada 2017-18 con el Liverpool, un jugador de 18 años, de quien no diré su nombre, llegó a entrenar en un Mercedes y con un Rolex dorado en la muñeca”.
“¿En qué coche viniste aquí?, preguntó Klopp. Y el chico respondió: ¡En un Mercedes! ¿Qué es eso de tu muñeca?, replicó el técnico. Un Rolex, le contestó el canterano. Y Klopp le dejó su mensaje final: ¿Cuántos partidos ha jugado con el primer equipo?. Ninguno, dijo el chico. Al día siguiente llegó sin reloj y en un coche normal”, recuerda Lovren.