Con esta victoria, los 'Blues' alcanzan los 50 puntos, dos más que el West Ham, cuatro más que el Everton, que cuenta con un partido menos, y cinco más que Tottenham.
Es el undécimo partido consecutivo sin conocer la derrota para el Chelsea, es decir, desde la llegada al banquillo del técnico alemán Thomas Tuchel, y el noveno sin encajar gol. Fiel a la imagen de equipo disciplinado y con el control del juego que el Chelsea está dando desde que lo dirige Tuchel, los locales nunca se vieron superados por un Everton que llegaba tras tres victorias consecutivas.
Los 'Blues' dominaron el juego y se procuraron varias ocasiones claras para marcar y hubiesen podido aumentar la cuenta de goles si el arquero internacional Jordan Pickford no hubiese estado tan acertado para atajar los remates de Marcos Alonso (41) o Timo Werner (80 y 85).
El que sí destacó fue el alemán Kai Havertz, que por fin comenzó a justificar lo pagado por el Chelsea en el pasado verano (96 millones de dólares), participando en el primer gol, aunque el que envió la pelota a la red de su propio arco fue el defensa Ben Godfrey (21), y provocando el penal que el Jorginho transformó en el definitivo 2-0 (65).

Esta victoria también supone un refuerzo moral para el equipo de cara a la vuelta de la eliminatoria de octavos de final de la Liga de Campeones, cuando los 'Blues' defenderán la próxima semana en casa el 1-0 logrado ante el Atlético de Madrid.