El abogado de los tres futbolistas alista un documento judicial por “abuso de autoridad” y “denuncias falsas” contra la Federación, asegurando que la situación ha violentado los derechos de los jugadores y ha dañado a ellos y sus familias.
La contrademanda está dirigida hacia el Comité Ejecutivo de la Federación chapina que preside Bryan Jiménez, tomando como base la resolución del Ministerio Público de días anteriores, al señalar que no se encontraron pruebas suficientes para dictaminar que hubo delito por parte de los futbolistas.
Ramírez, Cabrera y Flores fueron castigados de por vida por la federación guatemalteca luego de las denuncias de compañeros en la selección y el testimonio de muchos implicados en un proceso que tuvo la presencia de personeros de la FIFA, por lo que inmediatamente fueron separados de sus equipos.
EL PRIMER CASO EN CENTROAMÉRICA
El escándalo de 2012 en Guatemala fue el primer caso confirmado de amaño de partidos en la región y tuvo su punto de partida en la denuncia de jugadores de la selección nacional, que terminaron prácticamente obligando a actuar al técnico de aquel entonces, Ever Hugo Almeida, y a los dirigentes.
Ramírez, Cabrera y Flores siempre negaron los cargos y se sometieron al procedimiento definido por la Federación y la FIFA, con sanciones deportivas ejemplares con su suspensión de por vida.
En el ámbito social-judicial, el proceso continuó pero no se hallaron pruebas contundentes y esa es la base para la contrademanda actual presentada por los jugadores contra los federativos.