Alemania se impuso este viernes a domicilio ante Bosnia por 1-2 con dos goles de Deniz Undav, mientras que el tanto de los locales fue marcado por Edin Dzeko en un partido que al final terminó siendo muy disputado.
En menos de diez minutos Alemania pareció encaminar un partido en el que al comienzo había tenido dificultades ante una Bosnia batalladora y agresiva en la marca que además había buscado permanente el área contraria.
En los primeros minutos los bosnios habían tenido un saque de esquina y una falta a favor en la mitad contraria en la que el disparo de Ivan Basic pasó cerca del poste izquierdo de la portería defendida por Alexander Nübel en ausencia del lesionado Marc André ter Stegen.
Alemania, pese a tener clara ventaja en cuanto a posesión de pelota, tuvo que esperar al minuto 25 para tener una llegada digna de mención con un remate desde la media luna de Pascal Gross que salió ligeramente desviado.
El partido se desatascó en el minuto 30 con el primer gol de Undav. La jugada la inició Robert Andrich con un balón largo al área que superó a la defensa bosnia. Florian Wirtz tocó atrás para que Undav definiera.
Bosnia estuvo cerca de volver a meterse en el partido con un buen contragolpe en el 35 que terminó con un remate al larguero de Demirovic.
Sin embargo, un minuto después Undav volvió a marcar con un remate dentro del área pequeña a centro desde la izquierda de Maximilian Mittelstädt.
Ya después del primer gol Alemania se había hecho más dominante y había logrado poner el partido cerca del área contraria.
Pero Bosnia no estaba dispuesta a dar su brazo a torcer como se vio en buen comienzo que tuvo en la segunda parte. Luego soportó una fase de presión alemana, con un gol anulado a Undav y un remate al poste de Wirtz, antes de lograr el descuento con remate de cabeza de Edin Dzeko en el minuto 70 tras un saque de esquina.
El gol de Dzeko cambió el partido y fue como una inyección moral para Bosnia. El estadio, que se había calmado bastante tras los goles de Undav, volvió a oírse
Los bosnios se volcaron cada vez al ataque pero no lograron llegadas de consideración mientras que Alemania creo varias ocasiones pero no logró sentenciar el partido y sólo tuvo segura la victoria con el pitido final.
Dumfries, al rescate en el tropiezo de Países Bajos
Cuando peor pintaba el panorama, a la desesperada y con un jugador menos por la expulsión de Virgil Van Dijk, Países Bajos encontró oportunamente a Denzel Dumfries que, de cabeza, en una acción a balón parado, batió al inspirado Denes Disbusz y evitó la primera derrota en la Liga de Naciones de Países Bajos que obtuvo un empate contra Hungría (1-1).
El gol del jugador del Inter sosegó al combinado de Ronald Koeman, negado con el acierto una y otra vez. El conjunto neerlandés queda segundo del Grupo 3 de la competición, con dos puntos de desventaja respecto a Alemania, que domina el cuarteto. Hungría sigue sin ganar. Estuvo cerca de lograrlo en la visita del cuadro oranje pero en el tramo final se le escapó un éxito que acarició desde que Roland Sallai, a la media hora, puso por delante al equipo.
Fue frustrante, en cualquier caso, el compromiso de la tercera jornada para los Países Bajos que se quedaron a medias en su partido contra el combinado húngaro que había sido goleado por Alemania (5-0) y que no pudo con Bosnia (0-0) en sus precedentes en este torneo.
El desacierto dejó en evidencia la situación del equipo de Koeman que estableció un dominio casi absoluto pero inservible. Tijani Reijnders fue el que más opciones dispuso pero no encontró el gol.
A pesar del acoso las oportunidades más claras, aunque escasas, eran del conjunto local que amenazó ya pasado el cuarto de hora cuando en una acción ensayada, un córner botado por Dominik Szoboszlai fue rematado desde la frontal por Roland Sallai que repelió el poste izquuierdo de Bart Verbruggen.
Reijnders era la principal amenaza de Países Bajos. Lleno de talento el futbolista del Milan entendió el juego en el que estaba inmerso el duelo pero marró en los metros finales. Todo empeoró para Koeman en el 32, cuando Reijnders dejó arrebatarse la pelota y Hungría emprendió una rápida transición. Un pase de Zsolt Nagy encontró en el segundo palo a Sallai que, sin dejar caer el balón, batió a Verbruggen.
A partir de ese momento las ocasiones se acumularon en el área de Hungría. No aprovechó un libre indirecto dentro del área Países Bajos. Gakpo tiró y atajó Denes Dibusz. El meta creció cada minuto a partir de entonces.
Se agigantó el portero del Ferencvaros que evitó el gol en un remate de Stefan de Vrij y se salvó cuando Reijnders, a la hora de juego, solo, se enredó antes de disparar. A un cuarto de hora del final Ronald Koeman arriesgó. Efectuó un triple cambio y sacó al campo a Guus Til, Donyell Malen y Brian Brobbey.
Un centro medido de Gakpo fue rematado de cabeza sin acierto por Brian Brobbey. Todo pareció empeorar para el cuadro de Koeman en el 80, cuando Virgil Van Dijk dejó a su equipo con diez jugadores. El central del Liverpool vio dos tarjetas amarillas en cinco minutos. Y en el 80, al frenar un contraataque, hizo una entrada a Kevin Csoboth que le obligó a dejar el campo.
Sin embargo, fue ahí cuando encontró el acierto. En una acción a balón parado. Una falta en la línea de tres cuartos ejecutada al área por Cody Gakpo y Denzel Dumfries, de cabeza, batió a Dibusz y estableció el empate definitivo.