La petición llegó a oídos de Diego Maradona, quien pidió al presidente de ese entonces, Corrado Ferlaino, la colaboración de jugar un amistoso con fines benéficos.
Sorpresivamente el club negó esta petición pese a ser Maradona la estrella del equipo, esta decisión molestó a Diego quien se rebeló y buscó por cuenta propia ayudar al pequeño.
'¡Cómo diablos no vas a ayudar a este pobre niño!', le gritó a Ferlaino antes de avisarle que jugaría y pagaría 12 millones de dólares por un seguro contra lesiones.
Entonces ante la negativa del club de prestar el estadio y de la FIFA de validar el partido, Maradona llevó a todos sus compañeros de equipo al humilde barrio napolitano donde se disputó el amistoso.
El plantel del Nápoli calentó en la calle, al lado de la cancha que estaba rodeado de autos donde pudieron estirar sin importarle a nadie que no existieran las condiciones necesarias.
Al juego llegaron 4 mil personas y el amsitoso benéfico se disputó en el campo lleno de barro por la lluvia sin importar cualquier lesión de Maradona con tal de ayudar al niño, el 'Pelusa' se luvció anotando dos goles.
Al final todos los aficionados invadieron la cancha para abrazar al 10 argentino.