Internacionales
2013-05-25
El árbitro italiano Nicola Rizzoli decidió no comprometerse al minuto 25 y sólo le llamó la atención verbal a Franck Ribery del Bayern Múnich por un codazo contra el atacante del Borussia Dortmund Robert Lewandowski.
El francés recibió la marca del polaco y se le pegó el golpe en el rostro, el silbante estaba a pocos metros y dejó seguir el encuentro de la final de Champions League.
La afición del Dortmund en Wembley reclamó fuerte y pidió la roja directa, pero el juez no cambió su decisión.