El entrenador del Arsenal, Arsène Wenger, ha culpado al colegiado suizo Massimo Busacca de la derrota de su equipo en el Camp Nou (3-1) y, por consiguiente, de la eliminación a manos del Barcelona en la Liga de Campeones.
Wenger ha calificado de 'frustrante' la expulsión en el minuto 56 de Robin van Persie, por perder tiempo, y ha acusado a Busacca de 'matar el partido' con esa decisión.
'Los aficionados del Arsenal y del fútbol en general deben estar tristes. Cualquiera que haya jugado a fútbol jamás se le ocurriría hacer algo así', ha lamentado el técnico francés, quien ha recriminado al colegiado esta acción al final del encuentro.
Wenger ha admitido que su equipo ha perdido 'con un gran Barcelona', pero ha apuntado que al conjunto azulgrana 'es suficientemente bueno para ganar a cualquiera' sin necesidad de que el árbitro le eche una mano: 'Esperábamos al menos la oportunidad de poder enfrentarnos a ellos en un partido normal; no perder así'.
Para el entrenador del Arsenal, la expulsión de van Persie ha sido clave, pese a que su equipo no ha tirado ni una sola vez a puerta en los noventa minutos.
'Es cierto que en la primera parte el Barcelona nos ha dominado, pero en la segunda había más espacios, sabía que volveríamos al partido y estoy convencido de que, con once, lo hubiésemos ganado', ha sentenciado.
ARSENAL NO HIZO DISPAROS A PUERTA EN TODO EL PARTIDO
El Arsenal, consecuencia de un planteamiento ultra defensivo, no disparó a puerta en todo el partido de los octavos de final de Liga de Campeones frente el Barcelona, que disparó un total de 19 veces a la portería defendida por el español Manuel Almunia.
A pesar de ello, el conjunto de Arséne Wenger consiguió marcar un gol en el inicio de la segunda parte, fruto de un desafortunado despeje de Sergio Busquets.
En cuanto a la posesión del balón, el Barcelona tomó las riendas del encuentro desde el primer minuto y privó a los ingleses del balón, reteniendo el esférico un 68% del total del tiempo de juego frente al 32% por parte del Arsenal.