Internacionales
2013-10-30
Ismael Santos es un ejemplo a seguir dentro y fuera de la cancha. porta el gafete de capitán de Honduras en el Mundial Sub-17 y es un estudioso.
Los padres de Santos nos abrieron las puertas de su hogar y nos cuentan un poco sobre la vida del defensor catracho. Lo que más se destaca es un estudiante de excelencia académica.
La madre de Ismael Santos, Margot Alvarado, recuerda cómo fueron sus inicios y el orgullo que siente por todo lo que ha logrado su único hijo.
“Desde pequeño siempre ha sido obediente y responsable, es un muchacho que jamás ha descuidado sus estudios por el fútbol”, contó Margot Alvarado.
Ismael se graduó a mitad de este año de Bachillerato en Ciencias y Letra en la Hillcrest School de Tegucigalpa y lo hizo con excelencia académica, pero por estar a tiempo completo con la Selección no ha podido ingresar a la universidad, pero tras el Mundial lo hará y se matriculará en la carrera de Administración y Negocios.
“Él sacó un índice de 96 por ciento en general, cada vez que iba a un entreno a Amarateca o Siguatepeque siempre llevaba los cuadernos para estudiar todas sus materias”, recuerda la orgullosa madre.
Y agregó: “Todos los entrenadores que ha tenido me han dicho que es muy responsable. En su niñez siempre fue muy hiperactivo, siempre molestaba a sus compañeros cuando él ya terminaba sus tareas”.
Algo con lo que ha tenido que luchar Ismael, es poder llevar al mismo tiempo sus estudios y el fútbol.
“Siempre hemos tenido que andar dando las vueltas con él, llevarlo a los entrenamientos y luego a los centros educativos, pero ha valido la pena cada esfuerzo”, comentó doña Margot.
Por su parte, José Santos, padre del capitán catracho, no olvida todo lo que su hijo pasó para llegar hasta donde se encuentra en estos momentos.
“La trayectoria de fútbol de Ismael comienza desde los cinco años en la academia de Carlos Prono, apenas tenía ocho años. Luego pasó al Racing, un equipo ya federado y donde estuvo dos años. Después se fue a las Fuerzas Básicas de Olimpia”, relató Santos. Y añadió: “Me siento orgulloso de todo lo que hace, tanto en los estudios como en el fútbol”.
Don José no olvida cómo le enseñó a dominar el balón a su hijo. “Hacíamos competencias de técnicas y una vez hizo mil sin dejarla caer y yo dije, ya aprendió”