La Selección

El cumpleaños más especial del asistente Miguel Falero

El ayudante de Luis Suárez recibió la visita de su hija Ekaterina en Fort Lauderdale y lo ha conmovido.

2014-05-18

Por la mañana, a Miguel Falero lo recibieron con un feliz cumpleaños global en el interior del plantel catracho, uno tras uno los jugadores lo agasajaron ya sea con un apretón de manos o un abrazo, pero la mayor sorpresa, el mejor regalo llegaría horas más tarde.

Ekaterina, la hija menor del asistente técnico de la Bicolor, llegó de manera sorpresiva a visitarlo y agasajarlo en la llegada de su primavera número 57.

“Vengo de Uruguay, solo estaré un par de días para visitarlo. Estuvo muy contento de recibirme, fue muy ameno compartir este momento con él”, declaró esta bella uruguaya de 28 años y que nació en Atenas, Grecia en 1985.

“Lamentablemente él está lejos casi siempre para su cumpleaños o para el de nosotros, en Navidad siempre lo vemos. Ayer tuvo la mañana libre, el resto de su día fue trabajando, pero lo aprovechamos. Almorzamos juntos, comimos pizza”, agregó

El presente que le trajo desde su país, fue un libro, “El Código de Figari”. “A mi papi le gusta estar tranquilo, como no mira mucha televisión, le encanta leer. Además este libro es de historia uruguaya, para que siempre mantenga su cultura, que en sus viajes lo termine”.

“Con Honduras es la primera vez que lo veo entrenar, esta oportunidad es linda y estoy recontenta de poder verlo y abrazarlo”, afirma.

En ese momento a Ekaterina la fortaleza emocional que muestra se le viene abajo. Hay lágrimas que cubre con unos lentes enormes para sol.

“Es excelente padre, siempre está pendiente de lo que necesitamos, es amoroso, del uno al 10, le pongo un 12 como cabeza de familia. Nos sigue tratando como bebés, nos cuida mucho”.

Aunque sean grandes, su hermana Estefanía tiene 30 años y ella 28, el papel sobreprotector no cambia.

Cuando hemos tenido novios, al principio siempre le tienen miedo a papá, el impone y genera una especie de misterio, además lo ven muy poco. Pero cuando lo conocen siempre se llevan muy bien”.

“Me dice que sigo siendo su niña, me llama Catu. A Estefanía, le puso “Estefi”. Mi mamá Sara no vino porque tuvo que cuidar a la hija de mi hermana. Nosotros no le hemos puesto un apodo, siempre es y será nuestro papi, el mejor del mundo”.

PADRE BIEN PADRE, PERO EXIGENTE
El hecho de ser chicas y que el mayor tiempo posible lo pasaban con Doña Sara, esposa de Miguel Falero, Ekaterina no recuerda algún castigo fuerte que le haya impuesto el asistente de la Bicolor.

“Siempre hemos sido buenas. Lo extrañamos, queremos que vuelva a casa, pero él está muy contento en Honduras, con los jugadores, tipos de trabajo”.

LO AGRADECE Y SE CONMUEVE
Tras una semana dura, con sesiones dobles, trabajos de playa, a Falero se le vio muy activo, feliz y con las ganas de poder mostrarle a su hija su labor en la Bicolor.

“Era una pequeña sorpresa que me tenía, Ekaterina, mi hija chica vino en delegación representando a mi familia, es mi cumpleaños, cumplo 25 jajaja, como entrenador, entonces, tuve esta grata visita. Nuestra profesión es de esas que nos mantiene separados, estos momentos son muy gratos”, declaró.

“Mi padre es muy buen amigo, siempre que lo necesitamos, está a disposición nuestra”, dice Ekaterina.

“Cuando no estoy trabajando estoy mucho en casa, soy muy de la familia, somos unidos, como todos, tenemos momentos buenos, malos, como toda familia, no las cuido demasiado, nos cuidamos todos, eso es lo lindo”, replica Falero.

“Yo agradezco lo que ella hizo, trabaja y estudia, pidió unos días, sé que no es fácil y me llega mucho. El más sacrificado en este momento soy yo, uno debe estar donde hay trabajo y eso tiene sus gratificaciones”, siguió Miguel.

LA CARTA DE EKATERINA A SU PADRE MIGUEL FALERO

“Papi, si me tocara escribir en un papel lo que siento en este momento, me quedaría corta.

Te diría que te extrañamos mucho, pero que entendemos tu trabajo y que nos sentimos felices de lo que has hecho, si estás siempre luciendo la sonrisa con la que nos enamoras, nosotros nos damos por satisfechas. Te deseamos siempre lo mejor.

Estaremos en los dos primeros partidos del mundial apoyándote y alentando a Honduras, nuestra segunda casa. Recuerdo cuando nos llamaste para decirnos que clasificaste a Brasil, nos agradeciste por el apoyo, pero la alegría que expresaste, me conmovió.

Aguantar todo este tiempo separados ha sido duro, al inicio fue complicado, porque estabas lejos, pero la tecnología nos ha acercado, te extrañamos mucho y con el correr del tiempo toda esta distancia ha sido llevadera. Sabemos que estarás bien.

Se nos viene a la cabeza esa broma que nunca falta cuando nos estamos secando el pelo y nos dices que quedaremos “pelonas” como tu, eres mi hombre, mi papi, el más simpático, el más divertido.

En casa te esperamos todos, en especial mi madre, Doña Sara, que aguarda por ti para cocinarte la pizza que tanto te encanta, los asados, la pasta Frolla. Te amamos y te apoyaremos siempre”.