No hubo lágrimas, pero si felicidad y nostalgia, las sonrisas y los abrazos brotaron desde todas partes, no era para menos, una ausencia de 19 años, fue compensada con un fuerte apretón de manos, un abrazo de oso y muchas palabras de elogio.
José Mendoza, héroe de la Sub 23 en Londres 2012, se reencontró con Enrique, su tío y que en el ámbito futbolístico hondureño es conocido como la 'Palanca' Mendoza.
'Es lindo verlo y compartir tiempo con Alberto', dijo el otro capitán del Vida de La Ceiba.
'Pensé que te iba a ver chiquito todavía', dijo el tío del meta verdolaga.
José no se quedó atrás, la felicidad en él era notoria, no solo porque estaba viendo a un familiar suyo, sino también al que él mismo afirma es uno de sus más grandes ídolos futbolísticos.
Tras el abrazo de bienvenida, prosiguieron las palabras dulces, propias de un padre, José también saludó a Joseph, su primo de 24 años de edad.
La vida quiso que estos dos personajes cruzaran de nuevo sus caminos gracias a la Selección Nacional.
'A José lo dejé de ver en 1993, cuando yo regresé a Honduras, imaginate, después de tanto tiempo, estos momentos son más que hermosos, él dice que me admiró a mi como futbolista, es una recompensa recibir esas palabras de él', agregó el 'Palanca'.
RISAS Y CLIMA FAMILIAR
José y 'Palanca' no pararon de hablar, se contaron anécdotas y revelaron los momentos que les hubiese gustado compartir juntos, tomando en cuenta que el fútbol es su pasión.
Danilo, padre de José al darse cuenta del reencuentro de su hermano y su hijo, se contactó con ellos por teléfono, y aunque no estaba presente, la nostalgia también se apoderó de ellos.
'Hola papi, aquí estoy con mi tío y mi primo', le dijo el meta de Marathón.
La sonrisa de los Mendoza fue palpable en todo momento, se sentaron en uno de los sillones del hotel West Inn y tras cerca de una hora de charla, se despidieron de una manera tan emocional y efusiva, tal y como se saludaron, que lo único que faltó para ponerle tintes de novela a esta historia, fueron las lágrimas.
La dinastía de los Mendoza se unió tras 19 años de no estar junta y Diez estuvo como testigo para enmarcar uno de los momentos más especiales para esta familia.
La única que no estuvo en este momento fue doña Brenda, esposa del Palanca y que se quedó en casa, seguramente pensando que le cocinará a su sobrino cuando este llegue a visitarla en su casa en Broward, Florida.