Jacob Valeriano es parte de esa gran camada de futbolistas de padres hondureños que han nacido en los Estados Unidos, pero que sienten a más no poder la bandera cinco estrellas. Apenas tiene 13 años, sabe que nació en Norteamérica, pero a donde va dice "soy hondureño".
Ese es el amor que el niño tiene por tierras catrachas, y se trata de una de los nuevos prospectos que el New York Red Bulls tiene en su academia, a donde unos ojeadores lo llevaron después de un torneo brilló con un equipo llamado Ceda Star Bergen.
Jacob es categoría 2012, nacido un 8 de abril, y definido como un nueve de área, veloz y encarador. "La semana pasada estuvimos en Malta con el equipo, fuimos subcampeones. Yo fui el goleador del torneo con con 8 goles, y di 4 asistencias", dice el chico con una voz aún tímida cuando se le aborda.
Jacob Valeriano forma parte de una de las mejores academias de la MLS y eso lo sabe. Junto a sus compañeros el hondureño, deseoso de vestir la camiseta de la Selección de Honduras, ha ganado dos Copas Premier, donde ha sido uno de los MVP del torneo.
"A mi me gustan bastantes jugadores, en Honduras admiro a Luis Palma y a Edwin Rodríguez, del fútbol europeo me fijo mucho en Valverde, Rodrygo y Cristiano Ronaldo", afirma el niño catracho.
"He visitado Honduras con mi familia y me gusta mucho, siempre a donde voy digo que soy hondureño. Fuimos en diciembre y me encantó, me gustan mucho las baleadas, quise ir a ver al Olimpia, pero no pudimos", termina diciendo con una sonrisa el chico.
La ilusión de Jacob Valeriano como el de muchos hijos de hondureños nacidos en Estados Unidos es vestir la camiseta de la selección de sus padres y la de este joven delantero no es diferente. "Yo quisiera jugar con Honduras, siempre le pregunto a mi padre si lo han llamado. Seguiré trabajando y metiendo goles para pode ir".