Liga Nacional

Ganaba 1,500 Lempiras en Victoria y se fue en la caravana de migrantes

Fabricio Moya, exjugador de la Liga de Ascenso, marcha rumbo a la frontera entre México y Estados Unidos.

2018-11-16

El Victoria descendió a la segunda división de Honduras el 10 de abril de 2016. Muchas de las figuras de este club se marcharon a los grandes de la Liga Nacional.

Vaya que este hecho iba a repercutir en muchos. Especialmente en los jugadores que se quedaban defendiendo la playera de la Jaiba Brava.

-“Les presento a mi primo Fabricio Moya”.
Gracias, Roger López (nuestro delantero del Arenas FC).

Con el descenso de Victoria, también se fueron los buenos salarios, los patrocinadores, aficionados y a un jugador de segunda le toca buscar el alimento con otras profesiones.

Pero un día, Fabricio Alexander Moya (20), el corpulento defensa, lo dejó todo. Su sueño de jugar a nivel profesional tuvo una pausa. Se dedicó a trabajar en un supermercado.

“¿Quién iba a decir que estaría aquí? Frente a un estadio en México, pero no como me lo imaginaba”.

La cara de Fabricio se ilumina, literalmente, estamos frente a la Ciudad Deportiva, donde se encuentra el estadio Jesús Martínez “Palillo”, el velódromo Hermanos Rodríguez y muchas canchas de fútbol.

Enfrente pasa el metro de Ciudad Deportiva en el que se transportan miles de mexicanos a diario. Unos van a una oficina, otros a trabajar como albañiles, estudiantes, ejecutivos de venta… Y desde allí se puede ver todo el complejo deportivo donde se encontraba el protagonista de nuestra historia.

Foto: Diez



“Cuando me dijeron que estaría en la Ciudad Deportiva, me alegré. Me gustaría conocer el estadio Azteca, pero bueno, veremos”. Al final no pudo visitar el Coloso de Santa Úrsula, donde jugaron sus compatriotas Félix Crisanto y Michael Chirinos el sábado anterior contra el Cruz Azul.

En Honduras intentó formar parte del Real Sociedad, pero no lo dejaron porque buscaban futbolistas con experiencia. También formó parte de los procesos de Selección al mando del entrenador Carlos Tábora, sin embargo, nunca disputó una competencia oficial.

“Todo es por argolla, si no, no puedo avanzar. Estuve en procesos de Selección Nacional, pero nunca en un premundial o algo así”.

Junto a Fabricio están sus primos y un grupo de amigos escuchando la entrevista. No falta el que está “rebanando al fondo”. Todos están reunidos cargando sus celulares y planificando su viaje a Estados Unidos. En un par de días iban a dejar Ciudad de México.

“Soy un jugador inteligente, con bastante técnica, anticipación. Ahorita estoy fuera de forma -toca su barriga-, pero usted ya sabe, uno tiene que anticiparse cuando es defensa”.

Precisamente su nivel físico lo ha ayudado en el trayecto. Salieron de Honduras un 12 de octubre y han recorrido más de 1,500 kilómetros, frente a altas temperaturas en el día y bajas de noche.

No siempre encuentran agua para bañarse y han tenido que pasar por obstáculos, pero también han tenido la ventaja de viajar en carros o en bus. Avanzan haciendo a un lado las advertencias del presidente Donald Trump, que les impedirá pisar tierras estadounidenses al desplegar unos 4,800 militares en la frontera con México.

Fabricio tiene 20 años de edad y sus obligaciones en la casa eran mayores. “Ya no podía seguir jugando fútbol, me decían que hiciera pretemporada con nuevos entrenadores, pero ya estaba trabajando”.

Siempre fue muy responsable, pero a la hora de decidir entre los libros y un balón… “Algunos profesores me decían que era vago porque me dedicaba más al fútbol que a los estudios. Uno que está en el campo, los entiende”.

Fabricio y sus primos ya dejaron la capital mexicana. Lo confirmó en un mensaje vía WhatsApp. “Todo bien, gracias a Dios, Diego. Justo ahorita venimos llegando a Guadalajara”, me escribió el domingo a las 12:17 pm.

El fútbol lo tuvo que dejar, pero está convencido de que nada detendrá su sueño de vivir en Miami, Florida. Allá lo espera su familia.

ADEMÁS:

* El gerente deportivo de Victoria, Virgilio Maradiaga, recuerda a Moya como un “gran muchacho”. “Espero que se encuentre muy bien”.

* Carlos Tábora, entrenador de selecciones menores de Honduras, recuerda a Fabricio Moya. “Lo tuve en una Sub-15”, nos dice. “Yo intento becar a algunos muchachos en la academia de fútbol Pumas en San Pedro Sula”.

* Fabricio Moya nos cuenta que hizo pretemporada con exjugadores reconocidos de Victoria como la “Perra” Castellanos y Jhon Bodden. También conoce a Félix Crisanto.