Amaya había acusado a los jueces de haber sido sobornados para incidir en el resultado del encuentro, acción que trajo consigno una respuesta inmediata del gremio arbitral.
“El día sábado día unas declaraciones en que me equivoqué, así como se equivocan los árbitros sábado a sábado. El día lunes se les dispensan por el hecho de ser seres humanos, yo también lo soy y lo acepto. Por eso pido disculpas”, soltó.
Amenazas contra Marathón y pérdidas económicas
Las palabras del dirigente verdolaga causaron un efecto colateral que llevaron al gremio a exigir un castigo para el mismo, además del hecho de no dirigir en sus encuentros como locales.
Ante ello respondió que “los protagonistas son los jugadores, afición, estadios. Con esta posición lo que refleja es que nuestro equipo no es de su agrado y eso indigna. Me someto a lo que determinen los entes correspondientes por mi error, pero este equipo es más que Orinson Amaya. Esta es una gran institución tal y como es la afición; y que defenderemos siempre”.
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Seguido a ello expuso su “preocupación e indignación” ya que “hemos recibido los comunicados que ha emitido la comisión nacional de seguridad, la cual nos ha privado de usar nuestro estadio por situaciones que se dieron en otro lugar” ya que esto “ha causado un prejuicio económico considerable y una desventaja deportiva en comparación de los demás clubes”.
Después de los incidentes ocurridos el pasado 18 de agosto en el Estadio Tiburcio Carías Andino, los entes el Comité de Disciplina sancionó el inmueble. Real España y Marathón también sufrieron siendo privados de usar sus sedes para encuentros cruciales. Algo que tiene indignado a los dirigentes.
“Hemos escuchado públicamente que si no acatábamos la disposición nos privarían del derecho de no pitar en nuestros juegos cuando estemos de local. Este tipo de situaciones indignan”, añadió.
Por ahora los clásicos hondureños del Torneo Apertura se disputarán en canchas alternas que recomiende la Liga Nacional y los organismos de seguridad; también se mantiene la alternativa de jugar con afición loca únicamente.
