Cuatro goles no son suficientes para sorprender a Carlos Martínez, técnico del Vida, pero sí para hacerlo celebrar a lo grande, aunque con pocos ademanes.
'Nos salieron las cosas bien porque fuimos certeros en las ocasiones que tuvimos, no desaprovechamos ninguna oportunidad. El triunfo no es inesperado, porque nosotros trabajamos para eso, que se dio un marcador de cuatro goles en un primer tiempo es inusual, pero no inesperado, el equipo trabaja para ganar', sentenció.
'Estoy satisfecho no sólo con Quioto, sino que con todos, este triunfo es de un equipo no solo de un jugador', dice Martínez.
Destacó que su equipo tuvo una formidable primera mitad, pero fue bajando las revoluciones a medida que el partido se completaba en su totalidad el partido.
'Creo que cuando se dan este tipo de juegos y se concreta de esa manera a veces se da un conformismo, la cancha estaba pesada también y eso afectó.
Cuando nosotros no hacemos cuatro goles, no dicen que buena estuvo la noche del Vida, sino que dicen que el equipo no juega a nada', indicó.