Su salida de las reservas del Real España así como su posterior debut con Olimpia en primera división de la mano de Héctor Vargas acapararon la atención en el fútbol hondureño años atrás.
Y no era para menos, es el hijo de Carlos Plummer Pavón, el máximo artillero de la Selección Nacional y leyenda aurinegra, además nieto del exfutbolista tico Allard Plummer, las expectativas en él eran muy altas y lo llamaron “La Sombrita”, sin embargo la suerte no lo acompañó como él hubiese deseado, pero todo tiene una explicación para él que va desde su formación hasta los constantes cambios de domicilio que de niño le imposibilitaron llevar un proceso de formación adecuado.
Carlos Plummer Jr tuvo un paso muy efímero, pero bastante recordado en la Liga Nacional, solo jugó en primera con Olimpia, con Marathón solo estuvo en reservas y decidió no continuar cuando estaba viviendo su mejor momento y se sentía listo para estar en primera y poder figurar ya sea con los verdolagas o en cualquier otro equipo.
Sin embargo, Plummer Pavón tomó una de las decisiones más difíciles en su vida, quería seguir en el fútbol, pero de niño se hizo una promesa a sí mismo y a Dios y era la de servir en una misión, su meta era hacerlo a los 18 años, pero coincidió con su fichaje por Olimpia y luego su transferencia a Marathón.
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En una charla con DIEZ, Junior habló de su pasado donde asegura que no tuvo “otra formación en el fútbol más que el torneo de reservas, eso me preparó para primera división, luego di ese paso a Olimpia que fue muy grande para mí, me terminó de formar y a pesar que estaba mayor (19), estaba aprendiendo cosas que no había aprendido en el pasado, Olimpia me hizo crecer como persona y jugador”.

Recuerda las razones por las cuales nunca estuvo en reservas de clubes como la mayoría de chicos que llegan a Liga Nacional, afirma siempre sentir esa pasión, pero las circunstancias no fueron normales:
“Siento que nací con una pelota en mis pies, el fútbol está en mis venas por mi abuelo y mi padre, desde niño la pelota fue mi juguete favorito, siempre le pedía a mis papás pelota y tacos, desafortunadamente no tuve la oportunidad de ser parte de la formación en ligas menores porque pasé viajando adonde mi padre iba; viví en España, Colombia, México, Italia y era difícil porque nunca estuvimos tanto tiempo en un solo lugar y no fue hasta que regresamos a Honduras que nos establecimos y pude comenzar en Real España y hacerlo más serio, pero no fue que no quise, sino que las circunstancias no se dieron y eso me afectó porque me costó adaptarme al nivel de mis compañeros porque todos habían pasado un proceso y mi aparición fue un ‘shock’ para lo que estaba acostumbrado y tuve que ponerme al nivel de ellos”.
¿POR QUÉ NO JUGÓ EN MARATHÓN?
Junior salió de Olimpia y a mediados de 2017 realizó una prueba en Marathón logrando que lo seleccionaran entre los 42 integrantes del plantel, el técnico en ese momento era su padre Carlos Pavón, sin embargo ese no fue motivo para tener un puesto en el primer plantel, de hecho no pudo realizar su debut con los verdolagas.
“Yo llegué inscrito al primer equipo, pero jugué con reservas porque la situación en primera era complicada, mi padre no encontró el momento ideal para meterme, había una expectativa grande, pero no fue culpa de nadie, el equipo pasaba un momento difícil y mis compañeros de mi misma edad que estaban en primera pasaron lo mismo, no era el momento para experimentar con jóvenes y mi papá continuó con el equipo que estaba estructurado”

¿Te explicaba por qué no te convocaba? “No hablábamos directamente del tema, él no tenía la obligación de hacerlo por ser su hijo y yo tampoco creí que por tenerlo iba a jugar, era una relación profesional, en el torneo de reservas me fue bien, metía un gol cada partido y fue mi mejor momento y si no era llamado a primera no era por rendimiento, sino por lo que pasaba el club de primera”, recuerdo.
SU INESPERADO RETIRO DEL FÚTBOL
Con apenas 21 años, Plummer Pavón decidió no seguir en el fútbol, pero la razón no fue por no estar convencido de sus condiciones, sino que llegó el momento de cumplir una promesa que hizo desde sus 12 años y era la de servir a Dios a través de una misión en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de la cual forma parte desde los 8 años gracias a su madre Emmy quien pertenece a esta religión desde los 14 años.
“No fue una decisión que tomé en ese momento, eso fue cuando tenía 12 años, incluso antes. Dios ha sido una parte importante en mi vida, yo decidí hacer ese servicio y me veía a los 18 cumpliéndolo, había planeando apartar esos dos años de mi vida sin importar lo que estuviera haciendo, pero al cumplir 18 fue cuando se dio esa transferencia al Olimpia, entonces esa misión decidí postergarla un poco más porque era una oportunidad importante”.
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Acepta que irse a cumplir esa promesa fue complicado porque deseaba seguir jugando y continuar su carrera como futbolista profesional, pero que le tocó sacrificarla. “Sentí que estaba en el top de mi nivel, estoy contento de haber sido parte de Marathón, pero fue difícil dejar ese crecimiento como jugador e irme sin saber qué iba a pasar con mi carrera, no fue fácil comprender que habían cosas más importantes que el fútbol porque en mi vida crecí pensando que no había algo más importante que eso, fue un paso que me ayudó a madurar y que hoy comprendo”.

No se arrepiente de nada porque afirma ser una versión mejorada: “Ha habido un cambio en mi vida, siempre quise mantener mi esencia de quien soy, no quería ser otra persona, sino que la persona que era mejorara y aprendí mucho”.
LOS SACRIFICIOS DURANTE LA MISIÓN: CERO LUJOS
Plumer Junior aplicó y la Iglesia lo mandó por dos años a Portugal donde le tocó evangelizar a muchas personas en una experiencia que al inicio le resultó ser muy complicada.
“Estuve dos años en servicio, fue una experiencia diferente, uno realmente deja todo atrás y se enfoca en compartir el evangelio todo el día por dos años, no hay universidad, fútbol, uno está solo, con compañero de habitación y nos enfocamos en Dios y servir a las otras personas. Pude entender a Dios, a las personas, me conocí a mí mismo, me hizo crecer espiritualmente lo más que pude y es algo que me llenó de mucha satisfacción y alegría porque conocí personas que hoy son importantes en mi vida, si yo pudiera regresar, lo hiciera nuevamente”, dice con orgullo.

También acepta que le tocó superar diferentes obstáculos. “Fue difícil el idioma, me tocó aprender y durante esos dos años uno no cuenta con las pertenencias, como autos, solo era caminar todo el día, aunque nos permitían andar en tren o autobús, casi siempre era a pie, a veces decía que era mucho más cansado que una pretemporada, era un esfuerzo físico grande”
Junior creció con su padre siendo famoso, con contratos onerosos lo que le ha permitido llevar una calidad de vida, pero en esta experiencia se dio cuenta que hay cosas más importantes que lo material y aunque al inició le costó, finalmente tuvo una lección de vida importante.
“Fue un cambio grande, pero me hizo ser mucho más agradecido no solo con las cosas materiales con las cuales he sido bendecido en mi vida, sino también con las cosas que no se pueden tocar como el estar saludable, de las relaciones de mis amigos y al no tener las comunidades que había tenido en mi vida, me enfoqué en otras cosas”.
¿Cuál es la rutina que llevabas? “Hay horarios y se tiene que ser organizado. Un día normal constaba de levantarme a las 7 AM, había media hora para hacer ejercicios, luego un desayuno, estudiamos las escrituras por una hora, planeamos el día, luego tomábamos las mochilas a visitar a las personas y regresábamos a las 9.30 PM y a las 10:30 teníamos que dormir para iniciar nuevamente el día siguiente. Esto era de lunes a domingo con la excepción que el lunes nos daban tiempo para ir al supermercado y escribirles emails a nuestras familias porque no hay tecnología, no hay forma de hacerlo, solo era el lunes por la mañana para escribirles por correo”.
INICIA CARRERA EN EL MODELAJE
Actualmente Pavón Plummer estudia Negocios Internacionales, aprende su quinto idioma y no descarta ser entrenador para seguir ligado al deporte, sin embargo en los últimos meses ha incursionado en el mundo del modelaje de forma amateur, pero cree que puede dedicarle más tiempo y convertirse en profesional.

“Es una oportunidad que surgió, de niño me llamaba la atención ver marcas y siempre quise representarlas, pero nunca se me cruzó por la cabeza que podría llegar, pero al venir a Estados Unidos me di cuenta que el modelaje es una industria grande y una amiga fotógrafa ofreció tomarme unas fotos, ella es profesional, me gustaron las fotos y las publiqué, entonces comencé a recibir comentarios positivos, pero no es algo a lo que me dedico, pero en el futuro me gustaría darle tiempo y más esfuerzo, por ahora es un ‘hobby’”.