En la Perla del Ulúa se respiran nuevos aires con su Honduras Progreso. El inicio tormentoso en el Apertura 2019-20 dio un giro de 360 grados traducido en seis puntos al hilo que no solo sacaron al equipp de los últimos sino que lo posicionan a tiro de la zona de liguilla.
Y es a la pentagonal que apuntan los ribereños. El DT colombiano, que ya salvo del descenso al club hace unas campañas, no quiere saber nada de esa temática y piensa en grande.
Londoño cuenta particularidades relacionadas al tema psicológico de sus pupilos, las cuales a su juicio han sido más trascendentes que lo deportivo mismo. Reconoce que hay mucho trabajo por hacer, pero tiene con qué...
El equipo está resurgiendo en el torneo, ¿cómo se ha gestado eso?
En la medida que van pasando los días, el tiempo, podemos ir solidificando más al equipo, dándole conceptos, aprendiendo y conociendo a mis jugadores para aprovechar su talento.
¿Cuál es la razón de esta metamorfosis?
Primero, el talento de mis jugadores; segundo, el reconocimiento a ellos como personas, como seres humanos. A veces los conocemos como jugadores, pero olvidamos que adentro hay un ser humano y en la medida que se reconozca eso ellos van a hacer fluir su talento.
¿Cuál es la razón humana que ha hecho que las cosas tomen un giro?
El reconocer primero su capacidad humana, dar libertad para que expresen su talento y lo pongan al servicio del equipo, obviamente en un modelo de juego, dentro unos parámetros bajo los cuales habrá una libertad.
¿Qué lo tiene contento y qué no?
Satisfecho, los resultados; todavía nos falta tiempo para reconocer más el equipo y adicionarle conceptos, pero es con tiempo y no lo podemos acelerar.
¿Cómo diferencia a este equipo del que usted tuvo siendo una 'papa caliente' hace algunos torneos?
Ya lo del pasado no me gusta cargar ese tipo de 'muertos', el pasado quedó atrás, nos enfocamos mucho en el pasado y malgastamos el presente; tenemos una plantilla importante que tiene equilibrio en cuanto a su rendimiento, en la que no es fácil escoger a los 18, no es fácil a los 11 y eso es lo que nos hace crecer.
Hablando de una columna vertebral, que todo equipo la tiene, ¿cómo describe a esos futbolistas que han levantado la mano con su experiencia?
Ellos son los que nos van a aportar con los muchachos, sin embargo son los que tienen que marcar la diferencia también, no solo con la experiencia... primero tienen que ser formadores, pero eso se marca en el día a día y tienen que ser mejores cada vez.
Con la mira en el futuro, ¿cómo ve a su plantel?
Miro es mi presente, es imposible saber qué va a pasar en el futuro, yo vivo en el día de hoy; el pasado no lo vamos a modificar, el futuro es incierto y el presente vamos a ir viendo cómo vamos evolucionando.
Este es un equipo con 'fondo de armario, a diferencia de otros planteles, ¿tiene madera de liguilla este Honduras Progreso?
Hacia allá estamos apuntando, estamos visualizando para allá y viendo por el parabrisas, por el retrovisor hacia adelante, no miramos puestos de descenso, aquí cambiamos el lenguaje y vamos viendo cosas altas, que nos acostumbremos a ser triunfadores.
¿Qué fue lo primero que le dijo a su plantel cuando llegó?
No recuerdo, es tanto lo que les hablo. Siempre lo enfoco hacia los valores internos como persona, que se reconozcan, que tengan autoestima, teniendo autoestima reconocerán a sus compañeros. Para trabajar en equipo primero tenemos que trabajar en ese ser interior que tenemos.
¿Rival difícil la UPNFM?
Difícil pero lo debemos hacer posible el sábado, es una oportunidad para seguir creciendo, equipos que no son fáciles permiten exigirnos más y en la medida que vayamos creciendo tendremos retos y nos obliga a ser mejor y superarse.